En la quietud escucho mi plegaria
interior, esa que no necesita palabras, que es más bien un ardiente deseo en un
mar de agradecimiento.
En esos momentos de calma,
necesarios, yo soy capaz de tocar mi propia paz, que es mi tesoro y lo que me
da sentido.
Suceden las cosas tan rápidamente y
se me amontonan tantos sentimientos, que a veces me resulta difícil llegar a lo
esencial. Y qué es lo esencial de la vida: el cariño que doy y el cariño que
recibo, en todo lo que hago, en todas mis relaciones. En ese dar y recibir
camino en la luz, y como consecuencia natural, mejoro el mundo.
Para hacer un mundo mejor, solo se
necesita el cariño. Es de esta manera como le abrimos la puerta a Dios, que no
solo es amor, sino que no es más que amor. Cuánta ignorancia arrastramos en
este tema, cuántas cosas superfluas que no nos dejan ver el camino tan sencillo
del encuentro personal con Jesús, o con un Dios-Amor-Infinito, gran misterio.
Vemos que el mundo está lleno de dificultades,
que nosotros mismos ponemos. La sucesión de faenas, de asuntos urgentes, de
desánimos y cansancio, de interrogantes, dificultan la visión.
Sin embargo, de mí, de todos,
depende la paz del mundo, por eso, conscientemente prometo SIEMPRE INTENTAR LA
BONDAD, NO CAER EN ACTITUDES NEGATIVAS, SIEMPRE UNIR, NO DIVIDIR, Y TRATAR A
TODOS LOS SERES HUMANOS COMO CRIATURAS AMADAS Y BENDECIDAS.
Sembrar unión, para no perder de
vista mi bendita paz interior la que me guía a través de oscuridades y abre mis
ojos y mis oídos a la única realidad, la del Amor con mayúsculas.
He dicho “intentar”, no siempre lo conseguiré, pero lo
tendré como meta y como camino.
2 comentarios:
Gracias Conchi por este mensaje: "Sembrar Unión" y sólo se puede desde ese Amor del que hablas.
Que se nos facilite a todos esta tarea. Y aunque flaquemos tengamos siempre algunas manos cercanas para continuar. Gracias¡
Precioso,
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