domingo, 14 de abril de 2024

Convertirse

 


La buena intención es necesaria en cada paso del camino, y también es nuestra luz más cercana, con ella aprendemos a vivir estando en paz con nosotros mismos, a sentirnos a gusto en la propia piel.

Esto tiene que ver con ser verdaderos, con ser tolerantes y desinteresados, y así poder disfrutar de esa alegría interna que brota de modo natural porque es nuestra misma esencia.

Con todo esto se hace más intensa la vida, es decir se llega a una forma auténtica de estar vivo, para eso estamos aquí. Es nuestro camino interior que abarca todo lo que somos y lo que hacemos y transforma nuestra vida, porque quien ama está más vivo.

Por supuesto, podemos encontrar obstáculos para llegar a esta vida interior porque vivimos constantemente de cara al exterior, inmersos en un fluir de ruidos e interferencias.

Cuando nos decidimos a crear nuestro propio espacio, tomamos las riendas de nuestro caminar para dejar el mejor sitio al agradecimiento, la confianza y la celebración de la vida. Siempre es el lugar adecuado y el mejor momento para ser agradecidos.

Isaias dice: “Tu salvación está en la conversión y la tranquilidad, tu fortaleza en la completa confianza.” 

Convertirse es cambiar la mirada, orientarse de nuevo en cada ocasión para poder ver, en todo lo que hay, la realidad que nos trasciende, esa que no podemos controlar y tampoco comprender, que es todo don, es decir se da y derrama sin medida, y nos lleva a ser nosotros mismos en plenitud.

Que estemos dispuestos a limpiar nuestros espacios y nuestra mirada para que pueda pasar tanta luz.


domingo, 7 de abril de 2024

La vida es generosa

 


Siempre ando buscando desvelar pequeños misterios de la vida. Todo me conduce a ese terreno donde resuenan las preguntas que no tienen respuesta y donde solo cabe la mirada asombrada y agradecida.

Algo se expresa cuando hablo y cuando escribo, y habita en mis espacios interiores, para conducirme por caminos ignorados y por frases que tienen vida y me guían. Y se manifiesta en mí, tomando mi ser y mis palabras. Y lo mismo sucede con cada ser sobre la tierra, porque “hay tantos caminos como radios pueden trazarse desde un centro”, por eso es tan necesario el máximo respeto al proceso personal de cada ser humano.

Algo me convoca y nos convoca, porque tiene necesidad de ser expresado. “La fuente tiene necesidad de ser bebida”. Todos los momentos y los sucesos traen hasta mí enseñanzas que llevan a una vida plena y llena de gratitud. Esa es la senda que quiero elegir conscientemente para poder pasar por la vida viviendo.

Pretendo caminar al ritmo de la música de mi corazón, estar en sintonía con ella para descubrir lo que a mí está destinado, lo que se me revela en todo. El encuentro auténtico conmigo misma es previo al encuentro con los otros.

Cualquier situación me proporciona exactamente lo que necesito, porque todo es oportunidad para reverenciar la vida y también una invitación a estrenar libertad. 

La vida siempre es generosa para todas las criaturas. “A quien nada codicia, el universo entero se le regala como un don”. (Moratiel).

domingo, 31 de marzo de 2024

La única realidad

 


Para cada persona la vida se renueva a cada momento. y cada pequeña acción es un acontecimiento asombroso, pero como eso se repite día tras día, lo encontramos tan natural que no valoramos lo que nos está sucediendo. Hay un exceso de costumbre, a la vez que una sobreabundancia de maravilla ante nuestros ojos.

Si alguien que no ve recobra la vista, lo vive como algo extraordinario, lo mismo si vuelve a andar un paralítico. Sin embargo, a fuerza de repetir las cosas se nos acaba el asombro, el entusiasmo, y como consecuencia también la gratitud.

Lo cierto es que tendemos a vivir usando el piloto automático, y no profundizamos en cada momento de ese Reino anunciado y preparado para nosotros desde el principio de los tiempos.

En el fondo de todo lo que hacemos, sea lo que sea, desde caminar, cocinar, trabajar, descansar, está la única realidad que se manifiesta en nosotros, porque nos llama por nuestro nombre y nos necesita para amar. Eso es lo más grande que nos puede pasar y se nos concede las 24 horas de cada día, seamos conscientes o no de ello.

Esa realidad es nuestro lugar, y se expresa en nosotros, porque estamos canalizando su esencia y su ser, su buena energía lo invade todo a través de nosotros mismos.

Siempre estamos bebiendo y compartiendo vida auténtica cuando estamos en sintonía con la bondad y la belleza de la vida, alineados con lo mejor de nosotros mismos. 

Es así como todas las cosas tendrán para nosotros el sabor de Dios y la misma vida será nuestra religión verdadera.


domingo, 24 de marzo de 2024

El sentido


 Qué sentido tiene vivir, y qué sentido tiene partir. Si utilizo la mente pensante, jamás podré contestar a estas cuestiones. Tengo que utilizar otras vías para adentrarme en el sentido. Me sirve la vía del corazón, también la de las entrañas. Desde ahí puedo transitar la senda de la confianza a ciegas. No sé nada pero confío, y eso me basta.

Ese será un buen punto de partida para ser artesana de mi propia paz y también tejedora de unidad en mi lugar.

Madeleine Delbrêl: “Que vivas sin prisa y con perfección este espacio de amor que llamamos las horas de nuestros días.” Tantas veces las cosas más sencillas se me ocultan, se me escapan, y tiene que venir alguien a darme la luz que necesito. Nada hay más importante que el momento presente, cada hora, cada segundo: es mi espacio de amor, mi única realidad.

Soy hija del instante presente, es el que es, ahí respiro, amo, hago o me dejo hacer, estoy disponible o no, pongo mi energía a su servicio.

Algo se está expresando en cada momento. Vivo dentro de una totalidad que se manifiesta de infinitas maneras. Una de esas manifestaciones soy yo misma. Gran misterio.

Todo está en mi mirada, qué es lo que quiero ver: la muerte aparente o la vida plena y verdadera, el mal siempre pasajero o el bien infinito, lo que acaba o lo que perdura y no tiene fin. 

Soy ayudada y acompañada, como todos, en este corto trayecto entre las estrellas. Me sirven las huellas que otros han dejado sobre la tierra. Me alimento de lo que han dicho o hecho. 

Me copio y hago mío todo lo que me toca el corazón. No soy nada original, sencillamente bebo las aguas de esa fuente que en todo mana. Y de mí misma solo salen bendiciones.


domingo, 17 de marzo de 2024

Dar lo que se nos da

 


Dar lo que se nos da, esa es la finalidad de la vida, y esto se hace de modo natural, si no le ponemos impedimentos. 

Y qué es lo que se nos da. Un proverbio indio dice que uno solo tiene aquello que no puede perder en un naufragio. Es decir, tus deseos de compartir y comunicar, tu búsqueda constante, tus ganas de vivir y de amar, tu fuerza interior y tu entrega. Todo eso es lo que se nos da porque viene incorporado con la vida, de manera generosa.

Si no ponemos barreras todo fluye en un movimiento de ir y volver, de ser alimentados y dar alimento. La sabiduría que rige la vida se encarga, y lo nuestro sería una aceptación activa, que no es resignación, es poner nuestras “armas” a su servicio y ser cocreadores de nuestro mundo. Es estar dispuestos para hacer el bien y bendecir o poner armonía en cualquier circunstancia. Esto no es poca cosa en el ambiente agitado que vivimos.

Dar de comer lo que somos, y alimentarnos con lo que cada día nos trae. Vivir en profundidad y en sencillez a un tiempo, teniendo en cuenta que “la vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir”. (Jung)

Al final, se trata de ser lo que somos, ni más ni menos, asentarnos en la grandeza de la vida, perseguir nuestros sueños, explorar nuestros deseos y ser auténticos. 

Que lleguemos a abrir nuestro corazón para dar a manos llenas lo que hemos recibido sin medida.


sábado, 9 de marzo de 2024

Los químicos de la felicidad

 


Estimular de manera natural las hormonas de la calma, que transmiten la sensación de bienestar en nosotros, se puede conseguir siendo generosos, agradecidos, disfrutando de la naturaleza y de las pequeñas cosas, cuidándonos, cantando, sonriendo. 

Actuar con bondad y estar alegres, vivir en estado de gratitud y admiración, es nuestra medicina natural, nos sube los niveles de los químicos de la felicidad.

El mundo es tal como somos, es un espejo de nosotros mismos, por eso tenemos que estar atentos a nuestros espacios interiores, ahí es donde debemos actuar, ese será nuestro santuario personal, donde se cuida la vida.

“La acción honesta, vivida honestamente, va a tener una consecuencia en el cosmos, aunque tú no la veas jamás.” (María Toscano). 

Si vivimos con autenticidad, todo lo que necesitamos vendrá a nuestro encuentro, también nuestros hermanos de camino. Siempre estamos en una permanente oportunidad de cambiar nuestra mirada y atender a lo que verdaderamente importa. El aquí y el ahora es nuestro lugar de acción, ahí es donde tenemos que poner atención.

Si tú te ayudas, todo te ayuda. Nuestro equilibrio y sanación nace en nosotros, en nuestro mismo centro y se expande a nuestro alrededor.

Algo está en marcha ya, actuando en nosotros, solo tenemos que abrirle una puerta, ponernos a su servicio, decir estoy aquí o sencillamente: sí quiero. Esto nos lleva a vivir momentos hondos y apasionantes, porque significa poner la mirada, junto con el corazón en el milagro de cada momento vivido.


domingo, 3 de marzo de 2024

Un buen propósito

 


“Que tus pupilas se asemejen a las del ternerillo recién nacido y no te afanes en averiguar la razón de cuanto acontece” (Zhuang Zi)

El asombro, la curiosidad, la sensibilidad en los ojos de ese pequeño ternero puede ser un buen modo de vida para mí, para poder dejar a un lado todas las interpretaciones, las construcciones mentales, las corazas que he ido acumulando a lo largo del tiempo. También para sentir la increíble novedad de cada momento.

He de entrar en la sencillez de cada situación, sabiendo que todo está lleno de una preciosa armonía, la materia es perfecta, hay una belleza oculta hasta en la más mínima gota de agua o en la partícula más pequeña, y yo estoy inmersa en esa perfección que está en mí misma y en todo.

Es cierto que puedo añadir una visión negativa, que distorsione lo que hay, y empeñarme en dañar o ensuciar o empeorar lo que toco. Sin embargo, la buena noticia es que yo nunca puedo estropear nada, porque la Vida, con mayúsculas, no depende de mí, es perfecta, y además está a mi favor. Me cuida y me impulsa a caminar, siempre me va a dar lo que necesito. A mí y a todos.

Esa certeza me libera de culpas y de sufrimiento innecesario. Me quita todos los “malos rollos” que siempre están al acecho.

Dejar que la misma Vida me hable y actúe, me bendiga y me sorprenda, respetar su ritmo y ponerme a su servicio, ser su instrumento. Es un buen propósito para caminar.


Convertirse

  La buena intención es necesaria en cada paso del camino, y también es nuestra luz más cercana, con ella aprendemos a vivir estando en paz ...