Crecimiento interior

 Todo lo que nos sucede es para nuestro crecimiento interior y en todo hay una mano amiga que toma la nuestra y nos guía. Por eso cada situación, cada persona, cada faena por minúscula que sea es única y es sagrada. Todo tiene su razón de ser, porque lo más grande llega hasta nosotros a través de lo pequeño, lo más profundo se asoma en la superficie de todas las cosas.

Ser conscientes de esto es todo un desafío, una andadura emocionante y también creativa, porque no hay recetas, cada camino es único.

Seamos receptores de lo que ya está aquí con el único objetivo de llenarnos de gozo y de esperanza. Con ese fin nos ponemos en marcha cada día, con la actitud de dejarnos hacer, permitir todas las ayudas y bendiciones que nos llegan, y se hacen presentes cuando miramos con verdad y con ojos limpios. 

Hemos de estar vigilantes. Si no estamos atentos, actuamos desde el ego y entramos en conflictos interiores, en exigencias y prejuicios que nos llevan al sufrimiento, nos alejan de nuestra preciosa paz.

Cuando sabemos adónde queremos llegar, es más fácil el camino, no malgastamos nuestra energía en batallas innecesarias o en conflictos, la enfocamos en cuidar lo que es importante, en valorar lo más sencillo, lo que es aparentemente rutinario. En buscar la belleza que impregna cada instante.

Nuestra capacidad de amar puede aumentar a lo largo de la vida, esa es la mejor noticia. Más amamos, más nos liberamos de ataduras que no nos dejan gozar y más grande es nuestra esperanza.