domingo, 17 de febrero de 2019

Practicar presencia


Cada momento, un paso en nuestro caminar. Cada paso, necesario.

Me gustaría poder ayudar a todos aquellos que no se sienten bien, que no ven la luz. Ser bálsamo en tantos corazones heridos.

Me gustaría tender mi mano y dar abrazos reales, curativos y amorosos. Y ganar adeptos para el bando de los agradecidos, los que todo lo ignoramos, pero por dentro estamos inundados de gratitud.

Empezaría por preparar la fiesta del encuentro entre hermanos. Ayudaría a tirar los problemas por la borda, están todos relacionados con nuestra psicología o nuestras creencias. Por tanto, deshagámonos, si hace falta, de las creencias y los condicionamientos psíquicos.

Quedémonos con un pequeño espacio de paz, es suficiente. Un minúsculo altar en nosotros mismos donde celebremos el regalo de la vida como se merece.

Sirve rastrear las buenas noticias que llegan a nuestra orilla, y dedicarnos a extenderlas. No difundir las malas, no nos dejan crecer. También ayuda mucho el sentido del humor, reírse de uno mismo.

Sobre todo, es imprescindible poner a Dios como centro de nuestras vidas. Estos 3 pasos básicos para practicar la presencia de Dios me han llegado:

1-  Recuerda que Dios está siempre presente y disponible para prodigarnos amor. Dios tiene un tesoro infinito que asignar a cada uno. Estemos dispuestos a recibirlo.

2-  Conversa con Dios tan continuamente e íntimamente como te sea posible, más que todo en alabanza y agradecimiento por su amor.

3-  Entrega tus errores a Dios tan pronto como tomas conciencia de ellos, luego haz intención de mejorar.

Qué bien cuando sentimos que vamos todos a una, en el mismo barco, empujados por el viento del Buen Espíritu, bendecidos, amados.

2 comentarios:

Fr. Simón dijo...

Muy bonito comentario. Gracias

juanolas dijo...

Gracias Conchi¡

Crecimiento interior

  Todo lo que nos sucede es para nuestro crecimiento interior y en todo hay una mano amiga que toma la nuestra y nos guía. Por eso cada situ...