Ya está aquí

He leído estos días unos textos de un autor que se llama A. H. Almaas, que me han parecido muy interesantes.

Dice que la plenitud, o lo que es lo mismo la libertad, la paz, el amor verdadero, ya se encuentra presente en el más profundo interior nuestro, no es algo que hay que hacer que suceda, o que hay que construir. Sino que ya está aquí.

Si tienes tantos problemas es porque no reconoces esto.

Entonces el autor hace unas preguntas: “¿Cómo haces con algo que ya eres pero que no experimentas? ¿Cómo obtienes algo que ya tienes? ¿Cómo te acercas a algo que está más cerca de ti que cualquier otra cosa? ¿Cómo logras algo que ya posees?”

Y concluye: “Estás viajando para llegar a donde ya estás, viajas lejos para encontrarte a ti mismo, pero “ti mismo” está aquí”. “La cuestión es no interferir con la experiencia y aceptarla, sea la que sea, porque la Realidad última, la no-dualidad está presente en todo, también en las experiencias negativas, en la tristeza y el dolor”.

A mí me pasa lo de estar queriendo llegar a algún sitio: a mi plenitud, realización, iluminación, a un mayor conocimiento del Ser divino, a una mayor sensibilidad y compasión.

Yo también soy de las que quieren emprender un viaje hacia el infinito, eso suena a muy lejos. Y todas las mañanas me pongo en marcha hacia esa meta inalcanzable, a la que por supuesto no puedo llegar.

Por eso me vienen muy bien esas palabras, que me dicen que lo que estoy buscando ya lo tengo. Ya está aquí.

Por eso conviene dejar que la vida hable por sí misma en lo que nos va sucediendo, y nunca querer manipularlo, ni juzgarlo o criticarlo. Como resultado de nuestra no interferencia tendrá lugar una transformación.

Como él mismo dice: “es sencilla la explicación, pero no es fácil”.

Con otras palabras dice lo mismo Ramana Maharshi: “La quietud es la realización. No hay un solo momento en que no exista el Ser. No hay meta que alcanzar, no hay nada que lograr. Tú eres el Ser. Ver a Dios es ser el Ser y ser tú mismo. Ver es la existencia”.

Es sencilla la explicación y clara. Se me ocurre pensar que a veces lo más fácil resulta lo más difícil, aunque parezca un sinsentido.

Centrémonos en esas sencillas palabras: “ya-está-aquí”. Y estaremos conectados con la Vida cada minuto del día.