domingo, 7 de agosto de 2011

¿Y si...?


Vivimos conjugando los verbos en condicional continuamente, vivimos en lo que no sucede. Lo que no existe nos marca más que lo que es verdadero.

Normalmente la frase suele empezar por: ¿Y si…?

Y si me tiran del trabajo, y si me pongo enfermo, y si mi familia me abandona, y si hace mal día, y si no salen las cosas como yo pensaba, y si me quitan la pensión, y si me sucede esto o lo otro.

Anticipamos el porvenir con angustia, con desasosiego, con temor.

Cuando pregunto a quien comienza con los condicionales: -Pero ahora, ¿estás bien? Me suele contestar: –¡Sí! Pues ya está, olvídate de lo que podría pasar mañana, o la semana o el año que viene.

Porque la angustia por lo que no sé si pasará no me deja ahora vivir tranquilo, saborear que estoy bien, que estoy vivo, que amo y me aman.

La noticia de la vida y del amor hay que saborearla con los 5 sentidos, plenamente, darle la importancia que merece. Que no sea oscurecida con ningún “y si…”

No es poca cosa ser consciente de que vivimos, no es ninguna tontería prestar nuestra conciencia a todo el reino animal y vegetal y llegar a ser la boca, los ojos, los oídos, la piel de todo el universo creado.

Dicen que cada observador crea lo observado, pues vamos a crear conscientemente un espacio único donde todas las cosas alaben por medio de nosotros, con nuestra presencia vamos a crear un universo agradecido.

Instalémonos en la seguridad de que todo está bien y va a estar mejor. – Pero es que si miras a tu alrededor, ves que… No mires a tu alrededor, mira dentro de ti, donde habita el amor, el de verdad, el que no se puede destruir ni deteriorar, el que es tu roca y tu refugio.

¡Fuera suposiciones sombrías! A veces da la impresión de que nos apetece pasarlo mal, de que nos gusta auto-flagelarnos, darnos castigo. No sabemos vivir de otra manera, nos llenamos de angustia por lo que puede pasar.

Pero podemos transformar todas las suposiciones negativas en positivas:

¿Y si voy encontrando las piezas que me faltan para componer mi persona?

¿Y si confío a muerte en medio de mis tinieblas?

¿Y si quiero gritar con mi vida que me siento amado?

¿Y si cualquier insignificante acontecimiento me sirve para dar pasos hacia mi interior?

¿Y si todo lo que me sucede está programado minuciosamente desde el Amor?

¿Y si me comprometo a ser feliz ahora?

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y si te quiero, eres lo más grande para mi y solo puedo darte las gracias?

Tu hija.

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