Fluir

 Fluir es una actitud interior que nos ayuda a encontrar nuestro equilibrio personal. Si fluimos, vamos viendo cómo todo nos conduce a ese interior habitado, que es nuestro farolillo de luz necesario.

Cuántas veces es nuestro ego hinchado el que nos hace difícil el camino y nos hace tropezar con las personas y con las cosas.

Nunca podemos tener un control total sobre lo que nos sucede. 

Sienta bien el ejercicio de desprenderse de uno mismo, de las propias manías y prejuicios, de las continuas autorreferencias. Sienta bien apartarse y dejar latir a la vida tal como es, con sus sorpresas, alegrías y también con sus dificultades.

Si no presionamos ni empujamos, todo se armoniza, todo va bien, aunque no ocurra lo que hubiéramos elegido nosotros. Parece increíble pero de todo podemos sacar algo positivo, porque de una crisis podemos sacar fortaleza, de una dificultad, paciencia, de un fracaso, humildad…

El instante presente es la misma eternidad. Cada ahora lo es ya todo, y ahí tenemos lo que necesitamos para formarnos y madurar. No vamos solos en esta travesía de las horas y los días.

Busquemos todas aquellas cosas que nos producen en el corazón un pellizco de calma y de gozo, son como saetas sabiamente enviadas para que podamos sentir la belleza que está en todo. Sus mensajeros pueden ser las lecturas, los paisajes, los encuentros, la naturaleza toda.

Somos preciosa vibración, bendita fragilidad, infinita ternura. Tenemos incorporada la combinación necesaria para que se desarrolle en nosotros la expresión más alta de la vida: la consciencia de estar vivos, que nos lleva al agradecimiento sin límites.