domingo, 5 de febrero de 2023

El camino espiritual

 


La vida es una aventura espiritual en la que vamos descubriendo que lo esencial no es poseer cosas sino desprendernos de ellas, dejar de depender de factores externos y aprender a buscar la felicidad en nosotros mismos y no en lo que otros nos puedan dar.

Como aventureros, la vida es apasionante, nos da mayor frescura y nos lleva a ser originales. Nos hace ser felices, tan solo con lo que somos, saboreando cada momento como un regalo.

Dice T. de Mello: “No trates de poseer cosas, porque las cosas en realidad no pueden ser poseídas. Limítate a cerciorarte de que no eres tú poseído por ellas, y serás el soberano de la creación.”

Para llegar a lo más alto hay que descender a lo más pequeño, a lo inmediato, y ser capaces de desprendernos, soltar. Nada nos pertenece, por supuesto tampoco nuestra vida. Incluso no sabemos lo que nos conviene o no, por eso mejor dedicarnos a aceptar y disfrutar de cada momento, con la certeza de que la vida conspira a nuestro favor y quiere que seamos felices.

Cuidar la espiritualidad lleva consigo un trabajo de limpieza: despojarnos de prejuicios acumulados, quitar nudos y tristezas, curar esas heridas que nos tienen bloqueados.

Cada día podemos ser nuevos, cuidando lo que es esencial para poder tener fecundos encuentros con nosotros mismos y con el destino. 

El camino espiritual es el único camino, nos da una mirada contemplativa, no interesada sobre la realidad, además de hacernos tomar consciencia de nosotros mismos, y de un modo natural nos lleva a ser de otra manera, con mayor cercanía y sensibilidad, es decir, más humanos.


1 comentario:

Mónica Inés Pretel dijo...

La vida es apasionante, limpiar el alma de lo superfluo nos ayuda a vivirla intensamente.Gracias Conchi, me encanta.

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