Pagola: “La vida es más que lo que se ve. Mientras
vamos viviendo de manera distraída sin captar nada especial, algo misterioso
está sucediendo en el interior de la vida.” Dios trabaja nuestro corazón.
Ese es el gran misterio. Hagamos silencio emocionado y agradecido.
Los grandes
santos sí que se dan cuenta de esa fuerza única y maravillosa, por eso hay que
rastrear lo que dicen, hacerles caso. Hay que estar atentos a sus palabras.
Santo Tomás
tiene una oración para pedir alegría en el sufrimiento, la escribió cuando supo
que iban a matar a su ser más querido, su hija: “Sea lo que sea que me pase en este mundo, nada puede pasarme que Dios
no quiera. Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca, es en
realidad lo mejor”.
Parece una
locura. Mucho oró y confió este gran santo para poder llegar a decir estas
palabras. Puesto que estoy hecha de la misma materia, esta actitud también está
a mi alcance. Si un solo ser humano puede, yo puedo. Lo que la humanidad entera
siente, no es más intenso que lo que yo siento y lo que yo sueño.
Cuando Foucauld
dice: “Padre mío me abandono a ti, haz de
mí lo que quieras”, cuando el salmista dice: “El Señor es mi Pastor, nada me falta”, cuando Jesús dice: “Hágase tu voluntad”, cuando tantas y
tantas personas decimos: “Amén”,
estamos todos poniendo nuestra confianza y nuestra vida entera en manos del
único que nos conoce verdaderamente y nos guía. Aquel que no puede fallarnos
nunca.
A los ojos del
mundo es una locura, desde la fe es un paso más que nos conduce a esa unión tan
anhelada en nuestro interior, y que puede ser resumida en la frase que dijo el
Maestro: “El Padre y yo somos uno”.
4 comentarios:
Nada puede pasarme que Dios no quiera. Señor dame fe para ver las cosas así
Nada puede pasarme que Dios no quiera. Señor dame fortaleza en la fé,que no es fácil, pues sin Dios no hay esperanza
Dios trabaja nuestro corazón. Ese es el gran misterio. Hagamos silencio emocionado y agradecido.
Gracias Conchi¡
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