“Piensa
que toda oración es, sobre todo, lo que él hace en ti, lo que tú permites que
suceda en ti”. (Miguel Márquez)
¿Así que eso es la oración? No es
que yo a mí misma me ponga de cara a Dios sino que es una gota de su voluntad
que ilumina la mía. No es lo que yo hago sino lo que él hace para que yo me
sienta en su órbita, es un milagro que se materializa en mí. Yo me hago su
amiga porque se me concede esa oportunidad. Mi vida espiritual no depende de
mí, sino que se me regala. Es una comunicación que puedo establecer porque se
me abre esa vía.
Sin esa voluntad sobre la mía yo
no podría abrir la boca para decir: Padre. La decisión de que yo rece es de
Dios, totalmente.
Cómo nos cambia la vida cuando
colocamos cada cosa en el sitio que le corresponde. Cuando no nos atribuimos
méritos que no son nuestros. Es pasar a sentirte guiada y aconsejada hasta en
los más mínimos detalles. No dirigimos nosotros sino que somos dirigidos.
La oración así se convierte en un
“amén” a su voluntad, en un “vale, en tus manos estoy”, en un “gracias”.
Y también se convierte en un
servicio al mundo entero. Porque mi fuerza se me ha dado para servir al que está
a mi lado. Así mismo, mi inteligencia, bondad, simpatía, habilidad, tienen
sentido cuando las pongo al servicio de los demás.
La consecuencia de este cambio de
visión es la humildad verdadera en la que nos colocamos, no nos tenemos que
atribuir lo que no nos corresponde.
Cuando actuamos desde el corazón,
es decir desde nuestra autenticidad, vamos de parte de alguien, que nos utiliza
porque somos suyos. Dice Filón de Alejandría: “El profeta, cuando parece hablar, en realidad está callado, y es Otro
el que utiliza sus órganos del habla, su boca y su lengua, para proclamar lo
que él quiere”.
Puedo decir con expresión del
mismo autor que “en mi mente vacía me
encuentro llena de pensamientos sembrados invisiblemente o caídos como nieve de
lo alto”.
Todo nos llega de lo alto, o de
lo hondo, que es esa dimensión que nos ampara, nos acuna cuidadosamente,
sabiamente. Nos empuja a vivir y a aprender.
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