domingo, 12 de agosto de 2018

Quitar miedos


Las oraciones, las meditaciones, la multitud de grupos de apoyo mutuo, las lecturas espirituales, la fe, incluso las religiones, todo está encaminado a quitarnos los miedos, y al mismo tiempo, inundarnos de confianza.

Hay un miedo universal e instintivo a la muerte, y hay miedos pequeños a que las cosas no salgan como nosotros planeamos. Siempre buscamos asegurarnos.

El miedo es como una casa con muros altos, que no nos deja contemplar la belleza de la vida. Esos muros nos ocultan la magia de cada momento, nos roban la alegría.

El miedo ata, limita, impide la esperanza. También tememos al sufrimiento, sin embargo, las cruces que cargamos nos enseñan a ser personas humanas, nos dan un plus de sabiduría, y nos hacen estar atentos a los que más necesitan ayuda.

Todo es un aprendizaje para asomarnos a la luz de la que formamos parte y al misterio de la gracia que nos sostiene y que siempre trabaja para nosotros.

Personalmente, no puedo decir que esté libre de miedos, pero sí que voy consiguiendo victorias diarias en el terreno de la confianza. Esas victorias son algo grande para mí, porque suponen una preciada tabla de salvación en un mar revuelto. Quitar mis miedos seguramente dure toda la vida o puede ser que no lo consiga nunca plenamente. Lo que sí sé cierto es que confiar me relaja y me pone en otra dimensión, porque siempre me proporciona la paz que necesito.

Me gustaría llegar a aprender e interiorizar lo que dicen los grandes santos: “Todo es para bien”.

1 comentario:

Fr. Simón dijo...

Precioso y sensato comentario. Gracias

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