miércoles, 26 de julio de 2017

Viaje interior

Todo lo que nos sucede forma parte de nuestro viaje interior. Esa situación que nos incomoda, esa persona, esa circunstancia difícil, no son cosas externas, están puestas ahí para realizarnos en profundidad, para aprender a gestionar la vida.
Cuando todo marcha bien, no tenemos tanta oportunidad de sacar esa fuerza arrolladora y sanadora que llevamos en nosotros.
Nos hemos acostumbrado a enfocar por separado: vida interna y externa, pero no hay tal división, absolutamente todo lo que nos ocurre forma parte del viaje interior.
Porque si organizamos muy bien nuestros momentos de oración pero no sabemos qué hacer con nuestra intensa vida cotidiana, algo está fallando.
Todo lo que pasa a través de mi piel, todas mis sensaciones, emociones, vivencias, angustias y logros. También mi familia, mis conocidos, mis próximos, son parte principal de esa peregrinación espiritual en la que me muevo.
Siempre funcionamos como un todo. Si nos encontramos mal en un aspecto, todo nuestro engranaje humano estará afectado.
Solo hay una fórmula mágica que nos puede ayudar en los vaivenes de la vida: dar gracias de todo corazón en cada momento. Pero cómo agradecer esta enfermedad, o este conflicto. Porque sé que todo es para bien, y que lo que se nos da viene cargado de ayudas y bendiciones.
Lo más grande que me sucede no son las mil batallitas diarias ni la avalancha continua de pequeñas alegrías o disgustos.

Lo más grande es saber que existo, existimos, en el corazón mismo del Amor.

No hay comentarios:

El tablero de la vida

  En lo más cotidiano jugamos nuestra partida, nos alegramos y nos cansamos, planeamos y nos desanimamos, hacemos nuestras jugadas más brill...