Mi poesía es luz

Doy la bienvenida oficialmente a mi nuevo blog en el que “cuelgo” poesías, que se llama “Mi poesía es luz”. Aunque hace unas pocas semanas que estoy publicando en él, aún no le había dado la celebración que se merece, no por ser mío sino por ser.

Dice Pablo d´Ors que el libro se escribe solo y el cuadro se pinta solo, que lo que hacen el escritor y el pintor es estar delante de la página en blanco o del lienzo cuando esto sucede.

Me parece una idea genial y totalmente cierta. Siempre he tenido la fuerte sospecha de que no era yo quien llevaba las riendas de escribir, de comunicar. De que soy un lápiz en manos de alguien.

Alguien que me levanta de la cama con una frase, que me sorprende al caminar con un título, que me da el impulso necesario para cada una de las palabras que salen de mi corazón. Y que está empeñado en que yo escriba.

Hay muchas cosas que son luz para mí, muchas personas y circunstancias, también mi poesía. 

Mi poesía es luz,

brota de la esencia de vida.

Es grito de amor y de reclamo,

porque soy un pobre pajarillo

enamorado.

Es un susurro que nace de lo hondo

una voz que ni existe

y crece

y se hace clamor y torrente. 

Y también es llave

que comunica dos mundos

y sigue su ritmo y latido,

como la savia del árbol

como el incierto destino. 

Es sobretodo locura

de ver donde no se ve,

de oír donde no hay voz,

saborear lo que no se puede entender,

y tocar donde no hay piel. 

Mágica locura que sana,

vida increíble

y humana.                

Mi poesía es una luz que brota de la misma vida, también es un grito de reclamo, como los pajarillos que entonan su canto enamorado para atraer la atención de su pareja amada.

Los gritos sin voz son los que tienen más fuerza porque se sumergen en la realidad sin utilizar nuestros labios, tan solo con el impulso de nuestro corazón.

Mi poesía es una puerta para asomarse y soñar otros mundos.

Sobre todo es la locura de querer poner palabras en los deseos profundos y en los océanos infinitos, cosa que sería imposible si no fuera porque el universo es mi aliado y me quiere.

Soy espectadora de primera fila. Mi misión es estar ante la página en blanco, así asisto al milagro de la escritura, maravillada e ilusionada.

“El poeta es el que percibe la realidad de un modo excesivo y lo sabe expresar.” (J. Melloni)