domingo, 30 de diciembre de 2012

No hay dos amos


Actuamos en bloque, somos una unidad. “No podemos servir a dos amos”.

Si en algún momento parece que servimos a dos amos es que nos estamos auto-engañando.

“Yo normalmente soy honrada, pero si se dan estas circunstancias, no lo soy”. Si eres honrada, si buscas la paz, si eres una enamorada de la vida, lo eres siempre.

“Yo amo la libertad, soy libre para actuar, siempre que no me encuentre con esta situación”. Si defiendo mi vida, mi libertad, mis buenos sentimientos, lo hago siempre, no dejo de hacerlo cuando me duele la cabeza, cuando mi vecino me irrita o me vienen los contratiempos.

Tenemos un chispazo de belleza y de bondad, transportamos una brizna de eternidad sobre nuestro corazón. Es una manera de decirlo para entendernos, porque ninguna de esas infinitas realidades se puede dividir en pedazos.

Hagamos lo que hagamos, la Energía Universal que todo lo mueve es nuestra dueña, y a ella solamente servimos, lo sepamos o no.

No hay dos amos.

Cuánto mal ha provocado y sigue provocando pensar que hay un castigo divino, y nuestra balanza en cualquier momento se puede inclinar hacia la pérdida de nuestros privilegios como seres humanos amados. “Pensar que Dios condena al ser humano es uno de los grandes obstáculos para nuestra fe”. (H. Roger).

Somos amados, y no dejamos de serlo cuando actuamos incorrectamente. No hay dos maneras de ser en nuestro Creador, porque el Amor solo puede amar, pase lo que pase, en cualquier circunstancia.

Nos sucede que hemos situado a nuestro Amo en la iglesia, y en los tiempos de oración, como si todo lo demás no le perteneciera. ¡Le pertenece todo! No hay nada fuera de su ámbito de acción. Trabajar es exactamente lo mismo que rezar, esto me lo dijo un amigo musulmán.

Todas mis capacidades son regalo, todas mis actividades hacen circular esos dones que he recibido. “Todo es gracia”, es otra expresión para decir lo mismo.

Is 60, 2: “Las tinieblas cubren la tierra y la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti.” Sin condiciones, no dice: “aparecerá sobre ti, si tú…”

No se puede servir a dos amos, claro que no, porque solo existe uno. Y el que equipara a este Amo con algún otro, es que no sabe de qué está hablando.

Sobre nosotros amanecerá nuestro Enamorado Amo, algún día. Y en todos los corazones ya va anunciando su llegada, con su presencia cariñosa y su mano amiga.

Alegrémonos porque el Amor es nuestro único Amo.

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