Actuamos en bloque, somos una unidad. “No
podemos servir a dos amos”.
Si en algún momento parece que servimos
a dos amos es que nos estamos auto-engañando.
“Yo normalmente soy honrada, pero si se
dan estas circunstancias, no lo soy”. Si eres honrada, si buscas la paz, si
eres una enamorada de la vida, lo eres siempre.
“Yo amo la libertad, soy libre para
actuar, siempre que no me encuentre con esta situación”. Si defiendo mi vida,
mi libertad, mis buenos sentimientos, lo hago siempre, no dejo de hacerlo
cuando me duele la cabeza, cuando mi vecino me irrita o me vienen los
contratiempos.
Tenemos un chispazo de belleza y de
bondad, transportamos una brizna de eternidad sobre nuestro corazón. Es una
manera de decirlo para entendernos, porque ninguna de esas infinitas realidades
se puede dividir en pedazos.
Hagamos lo que hagamos, la Energía
Universal que todo lo mueve es nuestra dueña, y a ella solamente servimos, lo
sepamos o no.
No hay dos amos.
Cuánto mal ha provocado y sigue
provocando pensar que hay un castigo divino, y nuestra balanza en cualquier
momento se puede inclinar hacia la pérdida de nuestros privilegios como seres
humanos amados. “Pensar que Dios condena
al ser humano es uno de los grandes obstáculos para nuestra fe”. (H.
Roger).
Somos amados, y no dejamos de serlo
cuando actuamos incorrectamente. No hay dos maneras de ser en nuestro Creador,
porque el Amor solo puede amar, pase lo que pase, en cualquier circunstancia.
Nos sucede que hemos situado a nuestro
Amo en la iglesia, y en los tiempos de oración, como si todo lo demás no le
perteneciera. ¡Le pertenece todo! No hay nada fuera de su ámbito de acción. Trabajar
es exactamente lo mismo que rezar, esto me lo dijo un amigo musulmán.
Todas mis capacidades son regalo, todas
mis actividades hacen circular esos dones que he recibido. “Todo es gracia”, es
otra expresión para decir lo mismo.
Is 60, 2: “Las tinieblas cubren la tierra y la oscuridad los pueblos, pero sobre
ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti.” Sin condiciones, no
dice: “aparecerá sobre ti, si tú…”
No se puede servir a dos amos, claro que
no, porque solo existe uno. Y el que equipara a este Amo con algún otro, es que
no sabe de qué está hablando.
Sobre nosotros amanecerá nuestro
Enamorado Amo, algún día. Y en todos los corazones ya va anunciando su llegada,
con su presencia cariñosa y su mano amiga.
Alegrémonos porque el Amor es nuestro
único Amo.
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