Solo
podemos dar razón de lo que vemos, y para lo que no vemos, hay que seguir el
impulso del corazón y echarle imaginación a nuestra vida.
Hay
cosas que nos cuesta entender, por ejemplo la cita de los Salmos que dice que
“el Señor hace justicia a los oprimidos, da de comer a los hambrientos, da
libertad a los presos, devuelve la vista a los ciegos, levanta a los caídos”.
Ante
textos como este, la gente protesta y dice que no existe tal Señor porque se
siguen dando todas esas circunstancias adversas. Normalmente no vemos a los
presos salir de las cárceles si no es tras largo proceso, ni a los ciegos
recobrar la vista. Y los caídos siguen
por los suelos. Hay motivos para protestar.
Y
sin embargo ahí están las palabras de Isaías: “Dad gritos de alegría porque el Dios Santo está en medio de vosotros
con toda su grandeza” Is 12.
Está
claro que hay que desmontar la imagen que tenemos de lo divino. Hay que seguir
buscando, no tenemos que conformarnos con lo que nos han enseñado.
Sin
duda el Señor no está sujeto a nuestro razonamiento. Nos podemos imaginar que es
ese impulso que nos lleva a buscar más allá de nuestras limitaciones y nos hace
sentirnos bien. Quizá es esa libertad que nos hace decir “gracias” aún en los
peores momentos de la jornada o esa fuerza que nos hace seguir adelante y tener
una actitud distinta en medio del sufrimiento. También puede ser que sea un
Dios que sufre con nosotros, entonces resulta mucho más creíble y tan solo sentir
que nos acompaña ya es una gran cosa.
En
este terreno no hay una explicación lógica que ponga las cosas en su sitio. No
hay fórmulas, nadie puede convencer a nadie.
Tenemos
el mandamiento o el privilegio del amor, y con él regalamos lo mejor de
nosotros mismos, y acogemos las primicias que nos llegan a través de los demás
y de la naturaleza toda.
Todo
en la vida nos ayuda a crecer y a creer. Es importante focalizar nuestra
atención en esas ayudas y saborear las bendiciones que vienen a nuestro
encuentro. Hasta llegar al convencimiento de que para vivir necesitamos Algo
más que a nosotros mismos y que “ese Algo” actúa y actuará siempre en nuestro
favor.
Ahí
está la frase de Santa Teresa: “Todo lo
hace Dios”.
Recomiendo
un video que está en youtube, es un precioso ejemplo de una persona que nos
recomienda mirar siempre el lado bueno de la vida, a los 108 años.
El
video se llama: Toda una lección de
optimismo. Alice Sommer Herz 108 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario