domingo, 22 de abril de 2012

Se tiene que notar


Cuentan que, en cierta ocasión, llegó un misionero a un pueblo indígena. Les dijo que venía a traerles la buena noticia de un Dios Padre, que nos quiere y nos ayuda a todos y quiere que vivamos como auténticos hermanos. Les preguntó si aceptaban o no la noticia.
Al cabo de un rato, dijo el jefe del lugar:
- Quédate a vivir con nosotros unos días y si en verdad vives lo que quieres enseñarnos, entonces volveremos a escucharte.
Con otras palabras dice lo mismo Jon Sobrino: “Siendo y haciendo de una determinada manera se confiesa la verdad del Cristo en quien se cree”.
Vivir la extraordinaria noticia de un Dios Bueno se tiene que notar en nuestra vida diaria.
Ser como eres se convierte en tu mensaje, tu testimonio, que queda almacenado en la memoria de la madre tierra. Cada una de nuestras historias forma la historia universal, nosotros la escribimos, viviendo. No hacen falta las palabras para comunicar ni para convencer, porque a veces éstas contradicen a los hechos.
Por eso es tan esencial el momento a momento de nuestras jornadas, ahí es donde manifestamos lo que creemos, más que en una conferencia magistral, o en un arrebato transitorio de éxtasis o de enamoramiento.
Los momentos especiales pueden ser maravillosos, pero el día tiene 24 horas, y absolutamente todas son sagradas, únicas, irrepetibles, cargadas de sentido, de emoción y de enseñanzas.
Debemos cambiar el pesimismo y el mal humor, que muchas veces tenemos, por la alegría y la sencillez de corazón. Y siempre que podamos, poner una cuña de magia, de ilusión confiada, e incluso de “locura” en todo cuanto somos y hacemos, para dar nuestro apoyo al proyecto de nuestra vida y estar despiertos a lo que es esencial.
Desde nuestra misma debilidad e impotencia, soñemos un mundo nuevo y apostemos por él. Seamos soldados ilusionados al servicio de nuestra estabilidad y de nuestra alegría. Seamos palabra de vida para todo aquel que se acerca a nosotros. Que nuestro mismo ser, hable de aquello que nos mueve, de la bondad que nos empuja a actuar.
Pongamos nuestro granito de confianza, en todo, y sintámonos seres privilegiados, asombrados y llenos de esperanza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El día tiene 24 horas para vivir con sencillez y alegría.

Qué grande eres mamá!

Anónimo dijo...

"Seamos soldados ilusionados al servicio de nuestra estabilidad y alegría". Me encanta, hormiguita.

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