“Sé tú mismo el cambio que esperas ver en el mundo” (Gandhi)
En tu mundo, que es todo lo que afecta a tu persona, mandas y organizas tú, gestionas tus emociones y sentimientos, utilizas tus horarios, más o menos como quieres. Está claro que hay unos horarios de trabajo que tú no puedes cambiar, pero tú eres el dueño de tu entrega, tu disposición, tu alegría, tu sentirte bien, o no tan bien en lo que haces.
En tu espacio humano toma todas las medidas para el aprovechamiento de tus horas a favor de tu paz y felicidad personal.
Nos hemos atado a demasiadas actividades, y vamos con prisa, queremos realizarlas todas. Hay que pararse a ver de qué cosas podemos prescindir, no todo es importante.
Se trata de poder disfrutar cada momento y dar gracias por él. Y cuando las circunstancias que nos rodean no son muy buenas, esperar confiadamente, con la convicción de que ya se está gestando la alegría que nos pertenece. Hay que esperarla con buena disposición porque si nos pilla malhumorados, no la veremos llegar, y pasarán preciosos momentos a nuestro lado y no nos daremos cuenta, estaremos atrapados en nuestras frustraciones y rencores.
Siempre podemos elegir ser dueños o esclavos de lo que nos sucede.
Dice Javier Melloni que “tiempo” es otro nombre para decir “vida”, personalmente, tengo comprobado que nunca me falta la vida para aquello que me interesa. Siempre paso a primer lugar lo que más me satisface, así mis días se hacen grandes y completos.
Lo fundamental para respirar tranquilo y disfrutar el tiempo, es tener presente hacer el bien a todos los que nos rodean, no poner nunca cizaña en los asuntos, no hablar mal de nadie, no juzgar. Parece fácil esto, pero ahí está la clave de todos los problemas y de todo el mal del mundo.
Los minutos se estiran y los segundos pueden llegar a ser infinitos cuando los saboreas y eres consciente de la gratuidad de todo, del regalo de la vida, de lo sencillo que es amar, de lo poco que cuesta no complicarse ni meterse en situaciones estresantes.
Nosotros mismos gestionamos nuestra manera de estar en el mundo, podemos “ser el cambio” que esperamos en él y así convertir en un paraíso nuestra existencia.
Para ello, lo más sano es desprenderse de las preocupaciones y los asuntos turbios, y en el lugar que ocupamos, poner paz.
2 comentarios:
Gracias de corazón Mi Maestra, siempre en el momento adecuado y en el tiempo preciso.
GRACIAS
Y q puedo decir yo ante estas bellas palabras...gracias por compartir tu don con todos. Lo bueno si no se comparte se esfuma, y tú no ahogas nada en tus manos, pues antes de tocarlo ya lo repartes. Tengo una mamá muy grande.
Te quiero.
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