Han matado a Facundo Cabral. Es una tragedia que hayan planeado, planificado la muerte de una persona y una voz para la paz.
Nos ha dejado textos bellísimos, impactantes, profundos, felices, únicos. Palabras para la concordia del mundo. Pocas personas pueden expresar con esa lucidez y naturalidad la dicha de sentirse vivo.
Todo lo que ha contado y cantado está en internet. Yo voy a entresacar algunas frases, y voy a terminar con un ruego.
La vida: un constante tejer y destejer de vagas sombras sin más sentido que la belleza.
Aunque uno esté dormido no deja de amanecer.
La vida: esa fiesta permanente por la que mi alma camina.
Deja que la vida te suceda, no provoques en la vida actos compulsivos, déjala que ella planee, no te opongas, sé como el agua. El agua en la piscina toma la forma de rectángulo, la pongo en la copa y toma la forma de la copa... Sé blando como el agua para que Dios pueda moverte graciosamente en cumplimiento de tu destino y serás eterno como él.
Hay tantas cosas para gozar, y nuestro paso por la vida es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.
Mi ruego es en favor de todos los que han planeado y participado en su asesinato.
Le pido a la vida que la paz misma les busque incansablemente y les dé alcance, y amanezca para ellos el día en que su corazón se desprenda del rencor, la violencia y la ceguera, y junto a su arrepentimiento les llegue la auténtica alegría de vivir.
Dios nunca abandona a los más necesitados. Estoy segura de que también a ellos les llegará la hora del amor sin límites.
Alegrémonos con Facundo Cabral: por sus palabras, su entusiasmo contagioso, su clarividencia, su estar en otra onda, su humor, su ser anunciador, mediador y profético.
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