domingo, 17 de octubre de 2010

El Amor sólo puede amar


Dios tan sólo sabe amar. Esto es algo que, o se cree en ello o se le declara al Ser Divino culpable de todos los males.

A veces leemos en la Biblia: “El Señor aterrorizó, amenazó, castigó, destruyó, descargó su ira…”

Entiendo que muchas personas, se queden enganchadas en esas palabras, las tomen al pie de la letra y las rechacen o las tomen como ejemplo para vivir enfrentadas a ese terrible Ser.

El lenguaje que emplea el Antiguo Testamento, con esa separación espantosa entre buenos y malos, me aleja de su lectura, pero no me resta un ápice de fe. Está escrito por hombres, y es un lenguaje muy característico de las personas hacer esa división absoluta entre unos y otros.

Yo no creo en la maldad, creo en la gente que se arrastra en busca del amor, y creo que no hay caminos equivocados, aunque tantas veces parezca lo contrario.

Es muy respetable el que no cree en Dios y además le echa la culpa de todo. Dice Michael Mayne: “Escucha y respeta a quienes no pueden reconciliar el sufrimiento con un Dios cuyo ser es amor.”

En la película Amador, se nos lanza “un mensaje contra” en uno de sus diálogos. Dice la protagonista: “Dicen que tras las nubes Dios se esconde para no sentir vergüenza.” Después añade: “¿Vergüenza de lo que hacen las personas? ¿O vergüenza de lo que ha hecho él?”

Realmente, si no estás tocado con el don de la confianza, lo más lógico es culpar a alguien de todos los desastres.

Yo no entiendo el porqué del sufrimiento, sólo sé que el Amor tan sólo ama a sus criaturas Si quisiera vengarse, aterrorizar, destruir, ya no podría llamarse Amor.

Para avanzar, salir de nuestros problemas y de nuestro duro caparazón, hay que creer en Algo bueno, positivo, que dé sentido a nuestra vida, se puede llamar Hombre, Paz, Universo, Energía, Hermano, Dios.

Y ese Algo, defenderlo, cuidarlo, no dejarlo desasistido. Igual que se cuida y se arropa a un hijo, a una madre, a un amigo.

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