Cuando sientes que vas de parte de alguien por la vida y no te crees la principal protagonista de esta historia, sabes que cada encuentro, cada situación ha sido preparada para ti y cuentas con la fuerza y las ayudas necesarias. Y llegas a los sitios con la seguridad de que el viento sopla en tu espalda y te lleva, como dice la bendición: “Que el camino crezca contigo y que el viento juegue en tu espalda…”
Mi única misión en todo lo que hago, es comunicar mensajes de amor y de bienvenida, igual que otros mensajeros me los han entregado a mí. Para eso nacemos y peregrinamos haciendo este corto trayecto. Puede ser que algunas veces vayamos a la deriva y tropezando en todos los obstáculos, pero siempre, siempre vendrá alguien, algo, a rescatarnos y dirigirnos para poder limpiar nuestro camino, y quitar lo que nos impide ver lo esencial, y así poder sacar lo mejor que llevamos en nosotros. Porque la vida va de eso, de querernos y ser buenas personas.
Cuando tú no te crees el centro del mundo, todo es mucho más fácil, no tienes que demostrar tu valía ni buscas tener el aplauso de los demás. Entonces puedes pasar de lo que es accesorio y superficial, para centrarte en dar importancia a lo que es verdaderamente importante, tarea que parece elemental y fácil, pero a veces la llevamos como una asignatura pendiente.
No hay casualidades, solo encuentros preparados al detalle desde el inicio del tiempo. Todo tiene un sentido y una trascendencia que somos incapaces de percibir en este momento.
Hay una armonía infinita que no podemos estropear nunca, en nuestro corazón llevamos el encargo de custodiarla y transmitirla. Se nos confía la vida. Ese es el más grande regalo, el que nos llena de gozo.
1 comentario:
Cuando no te crees el centro del mundo todo es más fácil
No tienes demostrar tu valía ni buscas los aplausos de los demás
Puedes dejar de lado lo superficial para centrarte en lo verdaderamente valioso
Parece una tarea elemental pero muchas veces la llevamos como una asignatura pendiente.
Gracias Conchi, maravillosa enseñanza la que nos das.
Publicar un comentario