Ser lo que somos

 

Todo lo que leo va dejando su poso, también lo que vivo. Y así voy haciendo el camino, a base de pequeños pasos, que según desde donde se miren, pueden ser grandes. No soy yo quien tiene la medida para saber si son de una u otra manera. Y además, eso poco importa. Porque no estamos aquí para conseguir algo sino para ser lo que somos y vivir de la mejor manera lo que se nos pone por delante.

La mejor manera siempre será actuar de un modo generoso, derrochando bondad, valentía, apertura, aceptación, confianza, amor, paz, agradecimiento… Todo esto no para obtener algo, sino porque sí. Sin esperar nada a cambio, porque todos esos dones son nuestra esencia y brotan en nosotros, de modo natural, como agua sanadora y abundante. Lo normal es amar, todo lo demás son desviaciones.

La sensación que tenemos siempre es “tener que llegar a…”. Sin embargo, ya hemos llegado, no hay vuelta atrás. Ya somos vida.

Hay una sabiduría que nos ha traído hasta aquí y nos da la consciencia suficiente para alumbrar nuestros pasos. Nunca nos abandona, siempre está ahí, inspirando momentos necesarios y ayudándonos para encontrar nuestro camino.

Es hora de ser conscientes y agradecer. Este planeta es muy pequeño, sin embargo la profundidad de nuestro corazón, de nuestro centro, no tiene límites. Estemos atentos para que no se nos escapen los más pequeños detalles que nos suceden, porque todo tiene un mensaje para nosotros, incluso lo que aparentemente es un error.

Para ser lo que ya somos necesitamos dedicarnos atención y cariño. Si no nos amamos a nosotros mismos tampoco podemos amar a nadie. Y no tiene sentido la vida sin amar.

Ser vida que ama es nuestro estado natural, el que nos lleva a la plenitud anhelada.