Vivir abriendo caminos de esperanza, con la certeza de que algo bueno se abre para cada uno de nosotros, algo está llegando continuamente en nuestra ayuda.
Necesitamos un nuevo lenguaje, el de la esperanza. Porque sabemos que nuestra sed tiene una fuente donde saciarse. Esa fuente la llevamos incorporada, no hace falta ir o peregrinar a ningún sitio, tan solo entrar en nosotros. Ahí lo tenemos todo.
Comenzar por observar de cerca nuestros espacios internos y escondidos, al igual que se estudian las arterias y las células. Ver cómo va mi amor a la vida, mis deseos más íntimos. Preguntarme de nuevo si soy feliz, y ver los ajustes que tengo que hacer para ampliar mi preciosa paz, a la que tengo que mimar como el mayor tesoro.
Se trata de renovar mis ganas y poner luz en mis estrellas interiores, de inclinar mi vida a favor de la confianza, quitando para ello temores innecesarios y preocupaciones que solo sirven para alimentar mi ego siempre exigente.
Me atrae vivir en una espera activa, escuchando los silencios que me hablan, luchando mis batallas interiores, creando un lenguaje lleno de palabras nuevas, de plegarias y alabanzas. También sintiendo la alegría en cada encuentro, porque todo está dentro de un plan, todo está en su sitio.
No nos dejemos arrastrar por el bombardeo de malas noticias que nos llegan. Hay situaciones difíciles y complicamos las cosas, eso sin duda. Pero en cada momento nos llegan las ayudas necesarias, porque en este barco no navegamos solos sino en la mejor compañía. Por eso siempre se nos abren caminos de esperanza.
3 comentarios:
Mirar adentro, renovar las ganas y poner luz en las estrellas interiores, sabiendo que siempre podemos saciar la sed que nuestra imperfección nos provoca. Nunca perder la esperanza, sino cultivarla con ternura y paciencia, pero sin perder el piso. Preciosa enseñanza. Gracias Conchi.
Se trata de renovar mis ganas y poner luz en mis estrellas interiores, de inclinar mi vida a favor de la confianza, quitando para ello temores innecesarios y preocupaciones que solo sirven para alimentar mi ego siempre exigente. Amo cómo describes el interior de cada uno, es una ventana para poder observar nos. Gracias
No nos dejemos arrastrar por el bombardeo de malas noticias que nos llegan. Hay situaciones difíciles y complicamos las cosas, eso sin duda. Pero en cada momento nos llegan las ayudas necesarias, porque en este barco no navegamos solos sino en la mejor compañía. Por eso siempre se nos abren caminos de esperanza Esperanza
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