Dice Miguel Márquez: “En el rato de oración, no quieras hacerlo
bien, quítate esa manía de sacar un resultado claro y satisfactorio. Descálzate
de tu afán de orar bien. Piensa que toda oración es, sobre todo, lo que Él hace
en ti.”
Me reconozco esa “manía” de querer
orar bien, y confieso mi continua insatisfacción en ese terreno, al obtener
unos resultados muy mediocres.
Este tema me produce inquietud y
desasosiego, porque además he experimentado que lo de un día no me sirve para
otro, que la clase de oración que me emocionaba antes, ahora necesita ser
cambiada por otra. Siempre es una fuente de dudas cómo tengo que orar.
Puede ser que base mi rezar en
palabras y más palabras, y me olvide de lo esencial que es “sentirme parte de
un Todo divino”. Cómo aprenderé a ver lo importante y que no me pase
desapercibida la Presencia que ES en todo, también en mí.
Cuenta un relato que un mendigo
murió sin llegar a darse cuenta que el platillo con que pedía era de oro
macizo, a él solo le importaban las monedas.
No importan mis palabras, ni mis
acciones, ni mis resultados. Todo son pequeñeces, monedillas que pueden dar una
ligera satisfacción, pero nada comparado con saberme vasija de oro única y
amada.
Visto así, se desvanece la ansiedad
sobre la forma de orar, sobre los logros conseguidos y la autocomplacencia y el
egocentrismo en este terreno.
La tentación del desánimo siempre
está al acecho. No le hagamos caso. Utilicemos el sentido del humor para
reírnos de nosotros mismos y caminemos confiadamente en la Presencia del Señor
que nos ama infinitamente y seguro también se ríe.
1 comentario:
¡¡ Soy yo!! Estoy completamente de acuerdo con Miguel Márquez. Simplemente se tiene que orar, por la mera satisfacción de orar. Las palabras no importan, lo que importa es su Origen y sentirse parte de lo Divino, tú eres parte de Él. Me han enseñado que, No hay que esperar ni pedir nada.Cuando se medita no se tiene que poner intención alguna. A lo mejor, lo que le estas pidiendo, no es lo que más te conviene. No tiene que haber ningún propósito en la oración. Cuando en la oración pones un propósito, no sirve. Si quieres ayuda,se la pides a Jesús "a sí simple" te habló desde el Amor 🙏 💕
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