Cuando pienso que me falta algún paso
para llegar a la meta, estoy equivocada. El milagro de la creación en la que
estoy incluida, es perfecto. Se trata de honrarlo y alabarlo todo. Porque todo
es manifestación divina.
Cuando cambiamos nuestra visión y
miramos con ojos asombrados, vemos que todo viene en nuestra ayuda. El big bang
interior que cada persona experimenta también es necesario.
En mí misma hay espacio amplio donde
cabe todo: buenos y malos momentos, esperanza y desesperación, les doy la
bienvenida, vienen de parte de alguien que me ama entrañablemente.
San José Mª Rubio: “El camino de la santidad es hacer lo que Dios quiere y querer lo que
Dios hace”. Hacer y dejarnos hacer, con alegría, no con resignación. Una
expresión muy común de saludo es: “Aquí
estoy, aguantando”. Pura negatividad. Mejor cambiar “aguantando” por
“agradeciendo”. La positividad es la base de la paz interior, y con ella
tenemos el acceso abierto a nuestros recursos naturales de sanación, que nos
hacen crecer hacia lo hondo y lo alto.
Todas mis sensaciones, sentimientos,
experiencias, son expresión de vida. Esa vida que es el mismo Ser Divino que en
mí se hace Presencia Amada. No hay que rechazar nada, en el cielo hay
suficiente espacio para los días lluviosos y los soleados.
Aquí estoy, Señor, alabando y
agradeciendo la vida.
“Aquí
estoy, mi Dios,
como
un ave que vuela en pleno cielo,
como
un punto de luz,
como
barco en busca de algún puerto.
Todos
los vientos son mensajes de una voz,
todas
las risas son anuncios,
todos
los rostros emisarios,
todos
los días se convierten en un paso.
Aquí
estoy, mi Vida,
dentro
de mí, agazapado,
contemplando
la creación
en
lugar privilegiado,
conociendo
al gran actor,
en
cada escena transformado.
Aquí
estoy, mi Luz,
aprendiendo
el sufrimiento necesario,
resbalando
en los terrenos inseguros,
tropezando
en las esquinas,
resurgiendo
en los fracasos.
Aquí
estoy, mi Amor,
como
agua que brota en el desierto,
como
aroma de flor,
como
estrella fugaz del universo.
Y
me dirijo a ti, junto mis manos,
y
le presto mi voz a lo creado,
porque
me has concedido
ser
divino y ser humano,
porque
me alimentan los abrazos
y
los gestos de la tierra,
porque
no puede pasar ni un día
sin
que te quiera.”
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