Pulsar el mundo

Dice Pedro Salinas:

“Tú vives siempre en tus actos.

Con la punta de tus dedos

pulsas el mundo, le arrancas

auroras, triunfos, colores,

alegrías; es tu música.

La vida es lo que tú tocas.”

Nadie como un poeta para expresar la vida. Con las palabras justas, ni una más hace falta.

Pulsamos el mundo como si de un instrumento se tratara. Puede ser el instrumento más fácil, también el más difícil, depende de nosotros mismos, de nuestra entrega e ilusión. Puede ser rutinario, también apasionante.

Cada día, cuando pulse el mundo, concentraré la magia en la punta de mis dedos porque me gusta la música afinada y de sentimiento hondo, la que me hace soñar y estar en buena armonía con todos.

No me hará falta dar explicaciones de mis actos, tan solo presencia y ternura, sin esperar resultados, sin creerme el centro de nada. Como una flor da su perfume o un paisaje regala su belleza. Así mi existir será una vida más que se realiza, un milagro más, una mirada asombrada y agradecida entre tantas otras.

Si juntamos todos los agradecimientos tenemos un mundo feliz y esperanzado. Esas son las “auroras, triunfos, colores, alegrías”, de las que habla el poeta.

Con aceptación y optimismo se pueden eliminar las ansiedades que paralizan y desfiguran la realidad.

Descubrir que para ser feliz no hace falta tener una vida distinta sino entrar en ella con actitud confiada. Porque con lo mismo que te pasa puedes ser feliz o desgraciado. Todo depende de ti, de si pulsas el mundo con mayor o menor bondad.