Necesitamos una mirada de visión amplia, inmensa. Donde quepan universos
infinitos, seres de todos los tiempos, estrellas amigas, pasados y futuros.
Todo en un ahora de armonía absoluta. Porque si no hay paz ahora en mi corazón,
no la habrá nunca. Ahora mismo se dan todas las condiciones para que yo esté
bien. Y si no las veo tengo que aumentar la visión y corregir la miopía de mis
ojos.
Así, cuando nos agobiamos y nos preocupamos por cosas que pueden suceder,
cuando vivimos temerosos por cualquier acontecimiento, es necesario echar mano
de esa visión amplia para no quedarnos atrapados en la inmediatez de lo que nos
sucede, en las pequeñas cosas que nos parecen montañas pesadas sobre nuestros
hombros.
Complicamos todo cuando pretendemos que suceda lo que nosotros queremos,
pero tenemos que dejar a la vida que actúe, ella es sabia, y se realiza según
su propia lógica, no según la nuestra. No dirigimos nosotros, nuestra
aportación es mínima, se reduce a un amén agradecido.
Suceda lo que nos suceda siempre somos ayudados. Si esto lo creemos
firmemente, nos sentimos tranquilos y confiados en medio de vaivenes, de
contratiempos y de noticias inesperadas.
“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”, dice una de las
4 leyes de espiritualidad de la India, entonces todo lo que nos sucede es
perfecto aunque nosotros muchas veces pongamos resistencia y no queramos
aceptar lo que nos va llegando.
Nos cambia la vida si ampliamos nuestra visión, si no tropezamos con los
acontecimientos sino que les damos la bienvenida como auténticos aliados en
nuestro caminar a ciegas. Pero para eso hay que fiarse plenamente de quien nos
ha traído hasta aquí y dejarle las riendas de todo lo que está por suceder.
Cuando yo hago eso me da una paz increíble porque sé que todo va a estar
bien pase lo que pase.
Esa confianza es una conquista diaria, siempre tengo que estar atenta y
luchando por conseguirla.
La batalla de mi vida la libro a cada paso. Siempre necesito ampliar la
visión para no quedarme enredada en los primeros matorrales sino saborear el
horizonte infinito que todo lo enmarca.
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