Escucho: “Dios te modela con su
Palabra”.
“Su Palabra” lo podemos entender
de distintas maneras, puede referirse a todo cuanto existe, porque somos su
expresión, su manifestación, somos palabra pronunciada. También a las frases
que leemos en textos bíblicos o cualquier libro de sabiduría.
Personalmente, reconozco que hay frases
que me mueven, incluso me golpean, son como instrumentos de cirujano que actúan
sobre mi corazón y me indican caminos necesarios, me abren mundos.
Ese moldeamiento de alfarero
siempre es para bien, porque hay una intención bondadosa sobre todas las cosas.
Esto no quiere decir que todo salga siempre bien sino que hay que ver lo
positivo en cualquier situación. Eso se aprende.
Siempre me acompañan las palabras
que necesito, las rescato de otros labios, de otros tiempos, están dichas para
que yo las repita y me alimenten.
Esas palabras han cruzado espacios
infinitos y en el mismo momento de escucharlas ya sé que son para mí, porque mi
corazón da saltos, han acertado en el centro de la diana.
La singularidad de cada vida
requiere palabras específicas, a cada uno lo que necesita.
Como no hay casualidad sé que esa
palabra que me visita es para mí, lo que me emociona porque descubro una voluntad
amorosa sobre mi persona.
Hay tantas vías de acceso como
corazones humanos, una llamada para cada uno, una caricia original, un camino
único.
Por eso te digo: busca que es lo que te mueve
interiormente, que es lo que te hace sonreír y sentirte en paz contigo mismo, ahí
anda Alguien diciéndote: despierta a la vida verdadera y sé feliz.
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