domingo, 6 de julio de 2014

Aprender a ser agradecidos



“La mayor parte de los momentos nos ofrecen una oportunidad de disfrutar la vida. Y no solemos darnos cuenta, los pasamos por alto porque no estamos atentos, no estamos agradecidos”. (David Steindl Rast)
Estar atento es el primer paso para estar agradecido, y tenemos tantas oportunidades como minutos tiene el día. Si te fijas en los detalles, no puedes dejar de asombrarte, alabar y entonar un canto de gratitud.
A veces conviene que alguien nos lo recuerde, tenemos postes indicadores para iniciar o retomar nuestro caminar agradecido. Cuántas personas son maestros para nosotros, cuántos detalles nos centran la atención en lo esencial.
Le decía a unos amigos que tienen dificultades: lo primero dar gracias desde que abrimos los ojos por la mañana, es lo más sanador que existe, repercute en todo el organismo, tiene efectos altamente beneficiosos, lo notamos al instante, y como consecuencia, disfrutamos más.
Estamos inmersos en la belleza de los paisajes y en la armonía de los corazones amigos, pero alguien nos tiene que recordar que todo eso está ahí y que es un regalo para nosotros.
Nos ha tocado la lotería con la vida, sea ésta como sea. Al nacer, una lluvia de benditas oportunidades nos está esperando en cada esquina. Cuando se nos da poder ver el ensamble de todas ellas, algo parecido a una oleada de asombro y alegría sale de nuestros poros.
Leyendo es como se aprende a leer, no hay otra manera, del mismo modo, dando gracias es como se aprende a ser agradecidos, no hay otra manera. Y con los gestos de cariño, se aprende amor. No es complicado, sencillamente es tenerlo claro y ponerlo en práctica.
En cada circunstancia que nos sucede, el camino recto es estar atento y buscar todos los motivos que tenemos para dar gracias. Apuntarlos, resaltarlos, recrearnos en ellos. Así es como se aprende a ser agradecido.
Si aprovechamos las oportunidades que tenemos para disfrutar y agradecer, estaremos, a la vez, saboreando nuestra vida al máximo.
La gratitud da plenitud a la vida, sin que cambie nada, tal como se está desarrollando. Nuestra visión agradecida es revolucionaria y rompedora. Nos da una nueva actitud y ahí está el secreto, la llave que abre puertas y barreras.
Quiero formar parte del grupo de los que agradecen y prestar mi voz a los que por sus circunstancias personales jamás podrán usar la palabra: “gracias”. Les presto también mi corazón emocionado para decir: “Gracias, Bondad Infinita, Dios Madre de Misericordia”.

No hay comentarios:

Persona humana

  Desde cada amanecer y a lo largo del día, solo una faena me espera: ser persona humana agradecida dentro del plan diseñado para mí. Esa es...