miércoles, 7 de mayo de 2014

Si tienes mil razones para vivir


“Si tienes mil razones para vivir, si has dejado de sentirte solo, si te despiertas con ganas de cantar, si todo te habla, si oyes los vientos y escuchas el silencio, ¡alégrate! El amor camina contigo, es tu compañero, es tu hermano”.
Dietrich Bonhoeffer

Si las palabras te enamoran y los silencios te abrazan, si el mar te da la bienvenida y los brotes que nacen te conmueven. Si todo en la vida tiene un mensaje para ti. Si sientes en tus entrañas el beso de la existencia y te sabes enviado/a y privilegiado/a. ¡Alégrate! Eres una nota afinada en la melodía del universo.

Si evitas las preocupaciones angustiosas y los pensamientos pesimistas, si eres amigo de los paisajes y acompañas al sol con la mirada. Si no sientes soledad sino compañía y con tu misma vida tienes ganas de transmitir mensajes de enamorado, sin duda eres afortunado y emplearás tu vida en agradecerlo y comunicarlo. Porque ese don que se te ha concedido, al igual que todos los dones, es para compartirlo.

La visión positiva tiene que abrirse camino entre todos los pesimismos que nos asedian, entre toda la superficialidad y la indiferencia que se quiere instalar en el mundo.

Tenemos mucho que experimentar, mucho que sentir. Si sentimos en nosotros la armonía del universo, de modo natural la transmitiremos a los demás. De un modo decidido y también escondido, apostaremos siempre por la bondad.

Decidido, porque tenemos que tener muy claro nuestro objetivo. Nuestra decisión de amar debe ser firme.

Escondido, porque no se trata de ser nosotros protagonistas sino de dejar el protagonismo al único que lo tiene, el Ser bondadoso que está en la misma intimidad de todo cuanto existe y se da a conocer al ser humano como un corazón amigo y cercano en el que podemos confiar hasta el infinito.

La naturaleza te habla, tu propio cuerpo incluido, porque nosotros también formamos parte de la belleza y la fragilidad de todas las cosas, y de todas las relaciones.

Como dice la cita del principio, te tienes que alegrar porque el amor es tu compañero de viaje, es tu amigo entrañable que se manifiesta en todas las relaciones de amistad.

Para ser conscientes de todo ello bebamos de las aguas que nos rodean, de las buenas energías que continuamente nos tienden la mano.

Paso a paso iremos aprendiendo, al ritmo que nos marca la misma vida, que es sabia y siempre está a nuestro favor porque nos ama.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha encantado, hormiguita!!!

Persona humana

  Desde cada amanecer y a lo largo del día, solo una faena me espera: ser persona humana agradecida dentro del plan diseñado para mí. Esa es...