Deberíamos
acostumbrarnos a dar más importancia al creador que a las criaturas. A atribuir
nuestros méritos directamente a quien nos los ha concedido. Eso dicen los
grandes santos.
Santa Teresa dice que
todo lo hace Dios. San Juan dice: “No hago nada por mi propia cuenta, solamente
digo lo que el Padre me ha enseñado”. El padre Arrupe dice que es Dios quien
dicta y ejecuta, quien piensa y comunica.
Es muy peligroso
atribuirnos nosotros los méritos de nuestras acciones o de nuestra manera de
ser, porque nos aleja de la humildad que es nuestro punto de encuentro y
aceptación de lo divino.
Si no soy humilde, solo
me veo a mí, crece mi egoísmo y mi ego se hace insoportable. Conseguir un
equilibrio en este terreno es un trabajo diario, no podemos bajar la guardia,
no podemos decir: yo alcancé la humildad en el año tal y desde entonces la
tengo.
En cada momento tenemos
que conquistarla, en cada nuevo minuto decidimos ser de un modo u otro, por eso
vivir es una dedicación apasionante, que no da tregua, que siempre invita a ser
mejor, a querer disfrutar más y más con lo que llevamos entre manos.
Es la misma energía divina
la que actúa a través de mí. Cuando doy un abrazo, Dios da un abrazo,
igualmente cuando amo, ayudo, sonrío.
Tengo claro que todas
las cosas buenas que me suceden, por pequeñas que sean vienen directamente de
mi Madre divina, y ante cualquier gesto de bondad, le doy las gracias a ella en
mi interior.
Solo desde la
humildad podemos darnos cuenta de todos los bienes destinados a nosotros. Y se
nos despiertan las ganas de agradecer. De acercarnos a los demás sin prejuicios
ni prepotencias que separan.
También ser humilde
es un don de Dios. Lo curioso es que es un regalo del que no se puede presumir,
porque en ese momento deja de serlo.
Solo puedo presumir
de la acción divina en mí y en todo, y de pertenecer a una gran familia de
seres en búsqueda.
También de tener un
techo infinito lleno de incontables estrellas y un corazón sediento que todas
las mañanas inicia su camino entre ellas, con ilusión nueva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario