domingo, 22 de diciembre de 2013

Los enamorados de la Vida


Los enamorados de la Vida den un paso al frente, salgan de sus escondites, declárenlo públicamente. Hagan fiesta.

Es una gran suerte estar enamorados, nos llena la vida, nos hace ilusionarnos, ser creativos, le da un sabor especial a todo cuanto hacemos.

Enamorarse de un objeto, de una persona, de un proyecto, de una situación, es fundamental para estar a tope en lo que hacemos, para decir adiós a la indiferencia y la apatía.

Si el objeto de nuestro arrobamiento es la misma Vida, entonces estamos bajo el influjo de un hechizo divino. Alguien/Algo quiere que participemos de la armonía universal, y del amor único, y nos hace llegar su encantamiento para que despertemos de nuestro letargo.

Los enamorados de la Vida tenemos faena porque tenemos que contagiar nuestra alegría y confianza a los que están decepcionados, desencantados, muertos.

Por eso, unamos nuestras manos y corazones, juntos tenemos muchísimo poder, y tenemos que devolver al mundo la ilusión y la fe. Ya sé que no podemos llegar a toda la tierra, que nuestro radio de acción es muy limitado, pero lo que hacemos en nuestro pequeño espacio, eso ya transforma el mundo.

Repartamos buenas dosis de ternura. Siempre. A todos. En cualquier lugar y circunstancia.

A los enamorados de la Vida se nos dan poderes especiales para ver la bondad que nos envuelve, para entonar melodías íntimas y transformadoras, y caminar de la mano de nuestra libertad, que a su vez, sigue la estela de la Sabiduría universal.

Estar enamorado de la Vida es lo más importante que nos puede suceder y nos lleva a saborear cada instante, cada acontecimiento como un regalo.

El otro día decía un conferenciante que los dones recibidos son regalos para regalar. Lo que se nos ha concedido no es de nuestra propiedad sino que es para compartirlo, adquiere su sentido cuando circula y no se estanca.

La vida es continuo cambio, continuo fluir. Pongámonos a observar nuestros asuntos, todo lo que hacemos está protegido, alentado e impulsado.

Con el mismo Amor que nos ama, amamos nosotros. Con la misma Vida que nos mueve, intercambiamos nuestros dones. Estamos dentro del mismo latido, por eso, estar enamorados es ser conscientes del movimiento único que nos envuelve.

Repito: Juntemos nuestras manos y nuestros corazones en un gesto de alabanza y unión. Que seamos una expresión de agradecimiento.

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