La mejor noticia

Nos hemos acostumbrado a pensar que después estaremos mejor en todo: cuando los hijos crezcan, cuando encontremos trabajo, cuando tengamos mayor consciencia de la presencia de Dios. Sólo entonces nos irán las cosas mejor o viviremos más profundamente. Siempre después, siempre posponemos lo que tenemos ahora mismo. Y así nos pasan los años, pensando que luego viene lo bueno. Y nos pasa la vida sin disfrutar de lo que ya somos.

El momento presente es el mejor, porque es el único que tenemos para dar amor y recibir amor. El futuro no existe, siempre lo viviremos como presente.

Es extraordinario sentir nuestro corazón emocionado hondamente, por unas frases, por un amanecer, por unos gestos de ternura y cercanía.

Es una gozada estar enamorado de la vida, porque entonces todo se convierte en una sorpresa y en una sucesión de regalos. Y además cuando sentimos amor somos más atrevidos, imaginativos, originales. Sobrevolamos la rutina, pasamos de lo que diga la gente, de conveniencias o inconveniencias y nos instalamos en la seguridad de que hay alguien enamorado de nosotros. Y de que nuestra búsqueda ilusionada es una respuesta a ese reclamo. Y ésa es la mejor noticia.

Puede ser noticia para un 25 de diciembre o para cualquier otro día, porque “navidad es cualquier día del año en que un hombre se acerca a otro hombre para tratarlo como a un hermano”. Desde luego no tiene nada que ver con las campañas publicitarias ni con las compras compulsivas, y aunque la noticia no salga en los telediarios, todos debemos reconocer que estamos rodeados de mucha gente, con su navidad luminosa que nos alumbra durante todo el camino. Yo conozco muchas personas que cada día me traen la buena noticia de su cariño y de su ayuda. Me gusta ver ese niño que asoma en sus caras, me gusta su inocencia y su alegría.

Por eso, en esta nueva y gozosa celebración de cumpleaños divino yo quiero aportar unos globos, junto con mi corazón enamorado.