
“Dichosa tú, que has creído” (Lucas 1, 45)
El que cree lleva a todas partes y situaciones un diálogo íntimo, que conduce a la dicha.
El que concibe a Dios en su corazón está por encima de los problemas cotidianos. No es que no los tenga, puede ser que incluso tenga más, los grandes santos están sometidos a grandes pruebas, pero no se hunde. Tiene a quien dirigirse, tiene con quien hablar interiormente, incluso con quien enfadarse.
Se trata de soportar y superar íntimamente el sufrimiento, que tiene un papel tan importante en esta vida, y de rescatar el amor, a pesar de todo.
Los que creemos somos los depositarios de la confianza de todos los humanos. El que ve, lo hace por el que no ve. El que ama, también lo hace por el que no ama, es un encargado de salvar el amor, de transportarlo con su persona, de cuidarlo.
Es un gran honor poder vivir en defensa del amor, es una llamada que nos hace ponernos al servicio de los demás y ser dichosos.
El que cree lleva a todas partes y situaciones un diálogo íntimo, que conduce a la dicha.
El que concibe a Dios en su corazón está por encima de los problemas cotidianos. No es que no los tenga, puede ser que incluso tenga más, los grandes santos están sometidos a grandes pruebas, pero no se hunde. Tiene a quien dirigirse, tiene con quien hablar interiormente, incluso con quien enfadarse.
Se trata de soportar y superar íntimamente el sufrimiento, que tiene un papel tan importante en esta vida, y de rescatar el amor, a pesar de todo.
Los que creemos somos los depositarios de la confianza de todos los humanos. El que ve, lo hace por el que no ve. El que ama, también lo hace por el que no ama, es un encargado de salvar el amor, de transportarlo con su persona, de cuidarlo.
Es un gran honor poder vivir en defensa del amor, es una llamada que nos hace ponernos al servicio de los demás y ser dichosos.
1 comentario:
Hace pocos meses, antes de iniciar mi aventura de compartelapalabra, sin duda, ante tu escrito
"Dios mismo envía la desgracia, estamos en sus manos."
hubiera gritado ¡no! ¡Dios Padre no quiere nuestra desgracia!
Fíjate qué grande es el Señor que, apenas este tiempo de compartir la Palabra... debo cambiar de opinión y he de darte la razón
"Se trata de soportar y superar íntimamente el sufrimiento, que tiene un papel tan importante en esta vida, y de rescatar el amor, a pesar de todo."
Algun@s tenéis "suerte" de saber sufrir; porque entendeis su místico significado:
El deseo que sea Dios mismo, con la aparencia de SUS MANOS, quien os acarice y consuele
Y, por supuesto, ello no es ninguna desgracia
Más bien, el gozo de nuestra esperanza
Al+Mc
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