No soy nada aparte de la tierra,
nada aparte de la luz
y del tronco rugoso
y de la raíz incansable
en busca de la fuente.
No soy nada aparte.
Tan sólo ando mi camino
a la par que las estrellas y que la hierba.
Mis pies me llevan
al corazón de la vida,
ahora me encuentro en las orillas.
No sé nada
mas que me duele el deseo
y las ganas y la rabia.
Y mi mismo y sabio tiempo
me da el alimento que necesito.
No poseo nada más que tu mirada
y tu voz en mi oído,
y tu risa y mi alegría.
No espero nada
sino la Vida.
2 comentarios:
Solo somos una piedra más, pero qué importante es serlo. Ser parte de lo que nos rodea, no ser mas ni ser menos.
Te quiero mamá.
María.
Estoy viva ¿sabes? y te debo muchas, pero estoy en blanco, no tengo palabras, pero te leo mil veces y pienso mucho en tí.
UN ABRAZO.
Atea.
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