domingo, 17 de noviembre de 2024

Nuestra esencia

 


Formamos parte de la única energía que existe, por tanto nos comunicamos en todo momento algo luminoso. Con nuestra sola presencia enviamos luz y cambiamos el mundo. Transmitimos algo que nos trasciende, no nos pertenece y a la vez es lo más íntimo y cercano.

Ser conscientes de nuestra esencia nos hace ponernos a su servicio, no puede ser de otra manera. Esa luz nos transforma, nos da fuerza y no necesitamos nada más.

Siempre es momento de comunicarnos y decir lo que sentimos y vivimos, para disfrutar y hacer disfrutar a los que tenemos alrededor. Así es como crecemos.

Participamos de una fuerza creativa imparable, por tanto somos también creadores de nuestro universo y tenemos infinitas posibilidades, que comienzan cuando nos abrimos a lo que tenemos delante porque ahí se desarrolla el misterio de la vida y nos encontramos con nuestra verdad.

Todo es camino, nuestra tarea es acoger lo que sucede y actuar, dar pasos, con la guía de nuestra propia mirada amorosa y luminosa. 

Unos lo llaman aceptación o rendición, otros conversión o ser conscientes. Se trata de inclinarnos ante aquello que nos trasciende y nos ha traído hasta aquí. En todo hay una intención que nos guía y nos cuida. Ir descubriendo esto es nuestro camino espiritual, el que nos da fuerza en los momentos de dificultad o de conflicto, que siempre los hay.

La casualidad no existe, hay un propósito, que siempre está a nuestro favor. Con ese convencimiento vamos a crear en nosotros hábitos de felicidad, de paz y gozo interior, sin olvidar nunca ser compasivos y ponernos al servicio de nuestros compañeros de camino.


domingo, 10 de noviembre de 2024

Corazones sensibles

 


No somos de piedra, somos corazones tiernos, sensibles, abiertos al dolor y a la alegría. Corazones ingenuos, moldeables, preguntones y apasionados, buscadores y tercos, asombrados y rebeldes. Tenemos todos los matices y todos los extremos.

Si vemos a alguien que tiene el corazón duro es porque ha puesto barreras artificiales para no ser herido, pero no es ese su estado natural. Nos puede pasar a todos tener épocas más o menos largas de dureza y cerrazón. Lo cierto es que con los años el corazón se ablanda de nuevo, volvemos a la niñez y poco a poco la vida nos prepara para entrar en una época de más sabiduría, en la que nos cambia la mirada, pasamos a gozar y saborear lo que es verdaderamente importante sin dejarnos atrapar por esas pequeñas cosas que en años anteriores nos llenaban de sufrimiento.

Es todo un proceso vital, y cada uno lo vive a su manera y según sus circunstancias. Por eso, no podemos juzgar sobre el proceso de los demás.

La vida se encarga de darnos el conocimiento que necesitamos a cada instante y nos enseña la sensibilidad y la hondura que nos hace humanos, a través de todo tipo de experiencias.

Vamos a dejarnos enseñar, no impongamos nuestras condiciones, porque no sabemos qué es lo que más nos conviene. Sencillamente aceptemos, y digamos: esto para qué es, para qué me sirve, qué oportunidad me brinda, cuál es el paso que tengo que dar, cuál es mi responsabilidad en este momento, a qué misión me llama. 

Ahí está nuestra faena de cada día, no siempre fácil pero realmente apasionante.


domingo, 3 de noviembre de 2024

Estrellas


 “Somos estrellas envueltas en piel. La luz que buscas siempre ha estado dentro de ti.” (Rumi)

Siempre andando buscando la luz y la tenemos tan increíblemente cerca que no somos capaces de reconocerla.

Esa luz está, es, actúa imparable en nosotros. Si dejase de hacerlo desapareceríamos al instante. Es nuestra misma vida, esa que arrastramos a veces sin brillo alguno por los suelos del desánimo y también de la desconfianza. Esa que consideramos torpe, inútil, sin sentido… sin saber que es una joya, una estrella, con el mismo valor del universo entero, porque no hay partes en la creación, somos un todo.

Desde la máxima humildad, a lo largo de nuestra vida nos espera un trabajo de recuperación de nosotros mismos, de querernos y valorarnos, o más bien, enterarnos de lo que somos. Cuando nos embarcamos en esta apasionante tarea, no hay vuelta atrás. Empezamos a sentir la realidad como la maravilla que es, algo ilimitado, inmenso y a la vez cercano, digno de ser contemplado y amado.

Necesitamos cultivar nuestra mirada asombrada y enamorada, para descubrir esa estrella que está en cada uno y cada una, para poder reverenciar esa vida que nos habita y nos hace únicos.

Solo de esta manera podremos, de un modo consciente, poner nuestras capacidades al servicio del don que hemos recibido, esa es nuestra principal responsabilidad.

El descubrimiento de esa luz interior es nuestra aventura personal y comunitaria a la vez. Cada pequeño paso es una conquista, siempre acompañados por la luz de todas las demás estrellas.


domingo, 27 de octubre de 2024

Es tu música


 “Cuanta más gratitud sientas, más feliz serás y tu vida cambiará más rápido”. (R. Byrne)

Cuando te sientes acorralado por los pensamientos negativos y no sabes por dónde empezar a cambiar, empieza por la gratitud. Agradece una y otra vez, por lo que te gusta y lo que no te gusta, porque todo está bien. Está bien si pasa, está bien si no pasa. Eso dicen las grandes personas que nos han dejado su testimonio para abrirnos nuevas vías de realización.

Hay que vigilar lo que pensamos porque siempre creemos que el mundo de fuera es según nosotros lo vemos, y cada uno lo ve de una forma diferente. Esto da lugar a conflictos y desencuentros.

Las presiones acumuladas nos acorralan y nos quitan la alegría. Cuando abandonamos la negatividad nuevos caminos se abren. Cuando reconozco, acepto y también agradezco mis limitaciones, mi fragilidad y pequeñez, soy libre porque abrazo la realidad tal como es y desaparecen las ataduras del miedo. 

La práctica de agradecer es muy sencilla, todos sabemos hacerla. Se trata de tener constancia y mantenerla a lo largo de nuestros días.

Se dice que el pájaro no canta porque es feliz sino que es feliz porque canta. Es decir, en primer lugar: cantar. Aplicado a nosotros mismos: cuando expresamos nuestra melodía agradecida nos situamos en el mundo de otra manera, y de un modo natural nos llega una lluvia de bendiciones.

En cada momento decidimos cómo queremos vivir. Decía el poeta: “Con la punta de tus dedos pulsas el mundo, la vida es lo que tú tocas. Es tu música.”


jueves, 17 de octubre de 2024

Creo en la persona

 


En estos tiempos de conflictos, crisis y de noticias siempre alarmantes, yo sigo creyendo que tiene más peso el movimiento de paz y buen hacer que todas las guerras, y hay un ejército infinito de buenas personas que pueblan la tierra. Las caricias y las expresiones de amor son poderosas y eso es lo que sostiene el mundo.

Por supuesto que hay situaciones terribles, pero siempre, siempre, hay ayudas porque no estamos abandonados a nuestra suerte.

Y eso lo creo porque me lo dice el corazón y por lo que veo en el pequeño espacio humano en el que me muevo. También me lo han enseñado las personas más sencillas y que han pasado por muchas dificultades, en las que brota el agradecimiento como una fuente.

Sé que siempre triunfará el bien sobre el mal, si no la vida no tendría sentido, también sé que tenemos muchas cosas que aprender y a veces aprendemos a fuerza de crisis y muchas lágrimas derramadas.

Es inmensamente grande el poder de la bondad aunque no se suele valorar porque hace más ruido el mal. Y no sé por qué razón nos enganchan las malas noticias, por eso es lo que nos dan en exclusiva y a cada momento, lo cual nos hace creer que no hay otra cosa.

Yo creo firmemente en la persona humana, creo en la solidaridad y la grandeza de todos los corazones.

Confío en la vida, en que todo es por algo y para algo. Todas las manifestaciones de unión, armonía y belleza me dicen que hay un Universo enamorado de sus criaturas, solo tengo que entrar en mi interior para sentir todo esto. Y eso es lo que siempre quiero transmitir.


domingo, 13 de octubre de 2024

Una mirada amable


 Es muy fácil juzgar, etiquetar y descartar. Es tan fácil que incluso lo podemos hacer sin darnos cuenta, sin poner el más mínimo filtro de conciencia en ello.

Muchas veces pretendemos estar en el bando de los que tienen la verdad, dando por supuesto que los demás andan equivocados porque lo correcto es lo nuestro.

Creo que abandonar los juicios negativos es conquistar una gran libertad, es dejar que los demás sean como son, y así nos podemos focalizar en nosotros mismos, que es nuestro único terreno. Cuando aprendemos a no juzgar, otra realidad se abre ante nosotros, en la que todos caben, porque nos iguala la misma dignidad y compartimos el mismo regalo que es la vida.

Es un aprendizaje intenso, en el que tenemos que estar bien atentos para que no se nos cuele ese juez implacable que vive en nosotros y actúa impulsivamente si no le ponemos barreras a tiempo. Hay un proverbio que dice que si señalas a alguien con un dedo, para convertirlo en objeto de un juicio innecesario o culparlo de algo, los otros dedos de la mano te están señalando a ti.

Si con las palabras o gestos descalificamos a alguien, ensuciamos nuestro propio espacio. Al centrarnos en la queja o el juicio negativo, se nos va agotando nuestra preciosa fuerza vital, que es lo más valioso que tenemos, y la necesitamos para crear momentos y espacios únicos.

No juzgar es necesario porque nuestro objetivo siempre es tener una mirada limpia sobre los demás y sobre nosotros mismos, para de esta manera hacer nuestro camino lo más amable posible.


domingo, 6 de octubre de 2024

Construir y crear

 


Estamos aquí para construir la vida o crearla, porque en este mismo momento tiene lugar la creación, que es un único latido fuera del espacio y del tiempo.

Es muy modesta nuestra participación pero es absolutamente imprescindible. Somos necesarios, por eso hemos venido. Todo está dentro de un gran engranaje y todo tiene un sentido, un por qué y para qué.

Tenemos un pequeño-gran espacio prestado, que es nuestra vida, ahí tenemos nuestra principal tarea: ampliar nuestra propia paz. Es la única manera de contribuir a aumentar grandes claros de paz en el mundo. 

Si nos acostumbramos a hablar de generalidades: “la gente hace esto o lo otro…”, no nos centramos en nosotros mismos ni ahondamos en nuestra única realidad, que es una preciosa partitura a interpretar. Hablar de la gente es no hablar de nadie. Igual que hablar de la humanidad no hace referencia a ningún hombre y mujer. 

Siempre creamos o construimos la vida en el presente inmediato, porque ahora está brotando todo, estamos surgiendo de la tierra para decir nuestra palabra, es decir, para pulsar nuestra nota dentro de esa melodía que ahora suena. Da igual si somos conscientes o no, nuestra nota sale de nuestra piel, porque en el principio era la palabra

Miremos con ternura nuestros errores y dudas, apliquemos la confianza junto con el buen humor en todos los momentos para dejar nuestras tensiones a un lado y así poder mirar con gratitud y sin temor ese horizonte de bondad, tan cercano y a la vez infinito, que es nuestro hogar para siempre.


Nuestra esencia

  Formamos parte de la única energía que existe, por tanto nos comunicamos en todo momento algo luminoso. Con nuestra sola presencia enviamo...