domingo, 23 de noviembre de 2025

Un lugar de fe

 


Hacer de lo de cada día un asunto de fe, meter todo en la misma búsqueda, porque realmente todo está dentro. No podemos separar lo que nos gusta o no de nuestra realidad. Porque muchas veces nos suceden cosas que no preferimos, no las hubiéramos elegido, pero están ahí por y para algo, todo tiene un sentido. Y cuando algo nos duele es que algo tenemos que sanar. El sufrimiento es la resistencia mental a lo que ocurre.

Nosotros no alcanzamos a ver la totalidad, no tenemos tanta visión, pero realmente todo está programado para que podamos sacar lo mejor de nosotros mismos. Y todo viene en nuestra ayuda, lo creamos o no.

Puede ser que se nos vaya la vida sin enterarnos, pero siempre estamos a tiempo, aprendemos con los años, la sabiduría viene hasta nosotros, no nos olvida.

“Si pensamos que estamos solos, estamos equivocados. Todo su Ser está enfocado en nosotros, como si fuéramos la única criatura que existiera, su amor es infinito. (T. Keating)

Hay un ensamblaje perfecto, una voluntad imparable de paz y bondad sobre cada uno de nosotros. El universo que nos ha traído hasta aquí, nos guía y nos ama. Toda nuestra vida es un lugar de fe. Un lugar en el que nos sentimos criaturas amadas.

Tenemos un pozo sin fondo en nuestro interior, en el que siempre podemos profundizar más y más, y también ayudarnos unos a otros en ese proceso. 

En el camino vamos aprendiendo a transformar las dificultades en oportunidades, es decir, en algo bueno para crecer. Para ello, vamos a trabajar la aceptación y a implicarnos con la mejor disposición en nuestro propio proceso de aprendizaje.


1 comentario:

Mónica Inés Pretel dijo...

"Nuestra vida es un lugar de fe" con todo lo que nos toca. Gran enseñanza Conchi.

Mi morada interior

  Mi morada interior es mi estancia sagrada, donde habito, anhelo, lanzo preguntas, busco, alabo, sueño. En esta cámara particular yo vivo, ...