Todo contiene la vida, hasta las pequeñas piedras. Tenemos la misma composición que los astros, estamos hermanados con el universo, qué grandeza y qué belleza disfrutar de este regalo. Y aprender a ponernos a su servicio, a ser generosos y dar un hondo abrazo a este caminar humano, en el que tiene lugar nuestra aventura personal y comunitaria.
La vida está ahí para aceptarla y celebrarla. Es una escuela en la que tenemos algo que aprender, algo que superar, y en la que todo sirve para el aprendizaje diario, a través de multitud de pequeñas acciones y decisiones.
Qué importante mirar cada momento con cariño y gratitud. No por casualidad está ahí, algo tiene que trabajar en nosotros, aunque solo sea paciencia y aceptación.
No dirigimos, ni sabemos lo que conviene. Ignoramos tanto que mejor dejar todo en manos de la sabiduría que todo lo contiene y sencillamente dejarnos conducir por ella. Estemos atentos a la bendición de la vida que llega cada día hasta nosotros, dándonos nuevas oportunidades y ayudas. De este modo nos ahorramos tensiones y preocupaciones que nunca solucionan nada.
No olvidar que quienes caminan a nuestro lado tienen su propio proceso, no intentemos imponerles nuestro punto de vista, porque esto puede hacer difícil la convivencia.
Respirar hondo y relajarnos, aceptar nuestros errores, equivocaciones y fragilidad. Agarrarnos a la gratitud a cada momento.
Admirar este mundo que es un asombroso milagro, amar la realidad y celebrar la vida como se merece, porque es nuestro tesoro.
2 comentarios:
La vida está para aceptarla y celebrarla
Es una escuela donde tenemos algo que aprender.
Gracias Conchi.
No sabemos lo que conviene aunque no todo es lo mismo
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