miércoles, 15 de julio de 2015

Las cosas son como son



Jeff Foster: “Lo que sucede es lo que tiene que suceder”.
Si lo entiendes o si no lo entiendes, las cosas son como son. Esta verdad tan sencillamente enunciada quiere decir que la realidad ya es, al margen de nuestras entendederas y nuestras protestas.
Dice Thomas Merton: “En todo cuanto sucede, mi único deseo y mi única alegría debería ser saber: “Esto es lo que Dios ha querido para mí”. “Mi alimento es la voluntad de aquel que me hizo y que ha creado todas las cosas para darse a mí a través de ellas”.
Muy difícil para nuestra mentalidad egocéntrica y autosuficiente aceptar esta sumisión absoluta que supone la vida para la persona de fe. Aunque también supone la máxima fortaleza porque toda mi energía es la única Energía.
Hay que acostumbrarse a decir: “Esto es lo que Dios quiere para mí”. No solo ante las cosas que nos gustan, ahí lo tenemos fácil, sobre todo en las que no nos suceden como nosotros quisiéramos.
Lo mejor es que cuando hay aceptación la vida nos cambia, y lo que parecía tan grave ya no lo vemos tanto.
A veces chocamos con los acontecimientos no por ellos sino por nosotros mismos, porque no queremos “dar nuestro brazo a torcer” en tantas cosas. El obstáculo sencillamente está en nosotros: ese ego que quiere ser visto en todas partes y hace que allá donde vayamos atraigamos los problemas y acumulemos tensiones.
Si alguien no quiere imponer su punto de vista y acepta plenamente el del otro, poco conflicto puede haber. “Si uno no quiere, dos no pelean”.
Aceptar todo tal como viene es el mejor medio para vivir en armonía y para ser sabios.

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