miércoles, 23 de febrero de 2011

Todo cuanto habita mi tierra


Todo cuanto habita mi tierra es santo

todo es luz y fuerza

y eco sagrado

música y caricia

y caminar somnoliento y esperanzado.


Todo está bien medido y bien trazado

la puesta de sol y los océanos

el viento en mis velas

las ganas que recorren mis entrañas

me despiertan los anhelos

y tocan las teclas de mi añoranza.


El trabajo y el cansancio

el dolor del nacimiento

la ilusión de la niñez

el transcurrir de los años

el tiempo que se escapa de las manos.


El firmamento alejado

y tan próximo a mis ojos

que rastrean lo creado.


Las estrellas interiores

que alumbran la inmensa noche

con ardorosa insistencia

y con destellos ilusionados.


El surco que trazan mis emociones

sobre mi cuerpo

el corazón siempre inquieto

y las sendas que nos descubren

nuestro universo.


El impulso de la vida

la sujeción de la tierra

la libertad de las aguas

que mandan por donde pasan.


Todo lo que alcanza mi ser

es murmullo de una fuente

y es reflejo de otros mundos

y otras voces

y otros ojos y otros soles.


Por el día yo transformo mis paisajes

los decoro y los pinto de colores.

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