Todo cuanto habita mi tierra es santo
todo es luz y fuerza
y eco sagrado
música y caricia
y caminar somnoliento y esperanzado.
Todo está bien medido y bien trazado
la puesta de sol y los océanos
el viento en mis velas
las ganas que recorren mis entrañas
me despiertan los anhelos
y tocan las teclas de mi añoranza.
El trabajo y el cansancio
el dolor del nacimiento
la ilusión de la niñez
el transcurrir de los años
el tiempo que se escapa de las manos.
El firmamento alejado
y tan próximo a mis ojos
que rastrean lo creado.
Las estrellas interiores
que alumbran la inmensa noche
con ardorosa insistencia
y con destellos ilusionados.
El surco que trazan mis emociones
sobre mi cuerpo
el corazón siempre inquieto
y las sendas que nos descubren
nuestro universo.
El impulso de la vida
la sujeción de la tierra
la libertad de las aguas
que mandan por donde pasan.
Todo lo que alcanza mi ser
es murmullo de una fuente
y es reflejo de otros mundos
y otras voces
y otros ojos y otros soles.
Por el día yo transformo mis paisajes
los decoro y los pinto de colores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario