domingo, 25 de julio de 2010

Las palabras no sirven


Las palabras no sirven para expresar el infinito. Tenemos que aproximarnos con comparaciones que se quedan a mucha distancia de su objetivo.
Las palabras intentan ayudarnos pero pertenecen a otro plano.

Por ejemplo, cuando decimos “agua”, o cuando decimos “luz” para expresar el misterio. Son imágenes que nos acercan, que estimulan nuestra imaginación. Pero igualmente podríamos decir: “tierra”, “creación”, “magia”, “nada”.

La palabra “padre”, en el evangelio:
“Jesús tenía tal confianza en sí mismo que se atrevía a hablar y actuar con autoridad. A la presencia que le daba semejante confianza le llamaba Jesús su “padre” y se trataba manifiestamente de una manera de representarse a Dios. (Gérard Fourez)
Somos hijos de lo divino. No sólo las personas, todo cuanto existe es “hijo”.

Sólo sabemos expresarnos en humano, y cualquier expresión es buena si a uno “le llega”. Y cualquier situación vale si nos ayuda a caminar. Todos nuestros pasos son necesarios, nuestras equivocaciones nos pertenecen, nos enseñan. No hay errores en la cadena de nuestro montaje, estamos fabricados así, imperfectos, quizá para que brille la única perfección que existe, la única belleza.

Decimos “tener sed” para expresar nuestras ganas del infinito.

Decimos “caminar”, para expresar la vida del nacimiento a la muerte. Somos peregrinos.

El que nos ha modelado con sus manos lo sabe. No tenemos que justificarnos, ni excusarnos. Realmente sobran las palabras, faltan los silencios. Los tiempos de encuentro sin hablar. Eso es lo más difícil, porque normalmente queremos dar razón de todo, explicar todo: “esto es así por…”
Lo más sabio que está en nuestra mano hacer es callarse. Sobran toneladas de palabras.

Maestro, amigo, padre y madre,
escucha mi oración desordenada,
mira mis ojos dormidos,
acepta mis palabras nerviosas repetidas,
acoge mi ignorancia y mis prisas,
sólo quiero hablar yo
a borbotones,
sin sentido.
Si pudiera callarme…

No decir ni una palabra,
ni una voz, ni un gesto,
dejar sin escribir las frases,
sólo estar contigo,
ser tu sombra,
tocar tu corazón grande.

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