domingo, 19 de octubre de 2025

Mensajeros elegidos

 


Todos somos enviados y tenemos mensajes que entregar. De parte de todo lo creado hablamos, nos pasamos el testigo de lo que ha sido revelado, aún sin saberlo ni darnos cuenta en tantas ocasiones. Le damos voz a lo que no se puede expresar en palabras, le ponemos rostro a lo que es invisible.

Somos mensajeros elegidos, y estamos aquí el tiempo necesario para entregar el mensaje que llevamos tatuado en nuestro ser. Cada momento de nuestra existencia, cada suspiro es necesario. Lo importante es ser capaz de confiar en cada etapa, en cada recodo del camino. 

Para cada uno hay un proceso, un camino, unos pasos, un tiempo oportuno. “El hombre hace muchos planes, pero solo se realiza el propósito divino.” (Pr 19,21).

Nos quitamos un gran peso de encima cuando aprendemos a no andar angustiados con preocupaciones y dejamos atrás la ansiedad por lo que podría pasar. Cada día tiene su afán, dice la cita bíblica. Puede que esto no sea fácil, todo requiere una práctica.

Para entregar el mensaje tenemos que estar en armonía con nosotros mismos, cuidar la calma y la paz interior, para poder descubrir la plenitud que somos y darnos cuenta de todo lo que cada día nos llega como regalo. 

Siempre es el momento de empezar a agradecer y celebrar el estar aquí. Y esa celebración no es secundaria ni transitoria, llega para quedarse, porque por fin hemos encontrado la perla preciosa de la que tanto se nos ha hablado.

Que en cada momento seamos capaces de cuidarnos y cuidar la tierra, nuestra casa, para poder entregar todos los mensajes de calma y de esperanza, que llevamos depositados en nuestro corazón.


domingo, 12 de octubre de 2025

Desde lo hondo

 


Todo lo llevamos dentro, toda la belleza de la vida, la dicha, los te-quiero, la sensibilidad, la ternura. Todo está por desplegar. No tenemos que ir a buscarlo, ya está en cada uno, porque esa es nuestra misma esencia.

No tiene sentido la vida sin ese derroche de luz y ese pellizco en el corazón que nos hace ser caminantes agradecidos, que buscan la perla escondida en cada momento del día, en cada espacio que habitamos.

La vida es apasionante, porque todo está por descubrir, en cada momento se nos transmite una revelación, un impulso, que nos mueve a vivir desde el sentido, y desde lo hondo. Es un camino personal.  

Contamos con todas las ayudas, el mismo camino viene a nuestro encuentro, tan solo tenemos que estar atentos, soltar tensiones y abrirnos a sembrar amistad y cariño donde estemos, sabiendo siempre que el otro tiene las mismas dudas y los mismos interrogantes. Que todos estamos igualados en la fragilidad. 

Si cualquier pequeño brote de una planta puede alcanzar todas sus posibilidades, cómo no va a ocurrir lo mismo con nosotros que somos conscientes de ser casa y templo de la creación.

A través de aparentes casualidades nos llega lo que necesitamos para nuestro crecimiento y madurez, porque contamos con la sabiduría de la vida, que se despliega sobre nosotros y nunca nos abandona, somos sus criaturas, nacidas de su vientre de luz, ella siempre actúa y se comunica con nosotros en el momento presente, a través de todo lo que nos rodea. 

Nuestra tarea será aprender a escuchar ese mensaje que incesantemente nos toca el corazón porque quiere que nos abramos a la luz y a la dicha de vivir.


domingo, 5 de octubre de 2025

Para crecer


 Cuando experimento mis límites, envueltos en aciertos y errores, cuando necesito aprendizaje y ayuda, entonces crezco, porque me sitúo en la realidad, es decir en la vida tal como sucede. 

No puedo entender la existencia sin la confianza. Necesito confiar en todo momento, sin importar lo que suceda ante mis ojos. Sé que estoy en un extraño cielo, un complicado paraíso plagado de guerras personales, incomprensiones, desamor.

También sé que llevo en mí la llave de la luz, el interruptor necesario para “cambiar el luto en danza”. Con él puedo encender mi vida, hacer grande mi tiempo, limpiar mi espacio, cambiar mi mirada. 

Tan solo tengo este momento, no puedo esperar otro. Ahí es donde cuido mi universo personal, no quiero perder el hilo infinito que me une amorosamente a todo y me da las oportunidades para crecer.

La conexión con mi propia interioridad, que es mi fondo de luz y de calma, me lleva a ver todo de manera diferente y a buscar el sentido de cada paso mío sobre la tierra, que es mi proyecto de vida verdadero.

El mundo que me rodea y el que soy puedo verlo de múltiples maneras, elijo verlo desde la visión positiva y la esperanza. 

Es más sencilla la vida cuando se tiene claro el objetivo y se dan los pasos hacia la meta elegida, o lo que es lo mismo, cuando miramos qué nos sienta bien, y avanzamos en esa dirección, con el corazón agradecido.


domingo, 28 de septiembre de 2025

Otra dimensión


 Vemos la parte exterior de la realidad, pero en todo hay una dimensión oculta a nuestros ojos, es la que da sentido, la razón última de su existencia. Podríamos decir que la realidad del mundo nos habla de otro mundo. O que lo que vemos nos orienta hacia lo que no vemos. Todo son señales indicadoras.

Pensamos que podemos manejar todos los datos en cada momento, lo cual no es cierto. Por eso, la humildad y la aceptación son necesarias para situarnos en las cosas tal como son. Lo que va llegando es para algo, son lecciones que tenemos que aprender.

Esa otra dimensión invisible a los ojos está en todo, en cada ser y cada encuentro, en la calidad de las relaciones, en los proyectos, en cada paso del camino, en cada color del paisaje. Lo impregna absolutamente todo. Es la respiración de todo cuanto existe.

Lo divino arde en el interior de cada criatura, de cada barro. Esa es la luz que de una u otra manera siempre andamos buscando.

Algo hay que hacer con esta materia impregnada de espíritu, con este pequeño espacio-tiempo en el que vivimos. Algo grande, que comienza por el sencillo y precioso gesto de valorar la vida. Sin exigir ni reclamar nada, tampoco rechazar ni reprochar. Tan solo agradeciendo y poniéndonos a su servicio, esta es la manera auténtica de vivir, la que nos mueve al compromiso y nos da paz.

Aprendemos unos de otros por contagio, por eso nuestro estar bien y en armonía interior, es el mayor regalo que le podemos hacer a los que nos rodean y al mundo. 


domingo, 21 de septiembre de 2025

Presencias sanadoras


 La realidad está ahí para enseñarnos, ayudarnos y sacar lo mejor de nosotros mismos. Todo se armoniza con ese propósito, nada es azar.

Todos somos presencias sanadoras capaces de construir instantes llenos de entrega y sentido. Con nuestra propia paz, se amplía la paz de la tierra. Lo que una sola persona hace, por poco que sea, sirve para sostener el mundo. 

Pongamos en el tablero de la vida todo, incluso lo que nos inquieta y nos tapa la luz. Todo lo que nos sucede es para aprender, para formarnos.

Cuando uno comprende que todo lo que le ocurre es lo que necesita para su crecimiento personal, entonces la vida cambia.

“A mí no puede pasarme nada que Dios no quiera y lo que me pase será lo mejor para mi alma”. (Tomás Moro)

Recibimos lo que necesitamos, no puede ser de otra manera porque somos criaturas llamadas a la vida, acogidas en su seno con amor infinito. Acogemos y somos acogidos. Somos compañía en todo momento porque toda existencia es relación. Qué suerte ser conscientes de ello, poder darnos cuenta.

Nuestra vida es un tesoro que solo existe para ser compartido, y para ello no hace falta esforzarse, la vida ayuda y va delante. Lo que en un principio nos puede parecer difícil, se vuelve fácil cuando damos el primer paso para ponernos en camino con un corazón sincero, lleno de afecto, sensibilidad y cercanía. Ahí está el secreto.

Afecto para querernos. Sensibilidad, necesaria en todos los corazones, como antídoto contra la frialdad y el desamor. Y cercanía, porque todos somos una misma familia, un mismo ser.

Las relaciones cálidas y acogedoras son imprescindibles para que nuestra presencia sea sanadora. Que ese sea el principal propósito en nuestra vida.


domingo, 14 de septiembre de 2025

El milagro del amor


 Algo me guía imparable, poderoso y amable, con sabiduría que es infinita. Me acompaña en desiertos y tierras estériles, puede más que yo y mi ceguera y siempre me regala confianza para el camino. 

Me gusta contagiar esa misma confianza a mi mundo, para librarlo de temores y de angustias innecesarias. Sufrimos por lo que no sabemos si pasará y mientras tanto abandonamos la plenitud de este instante de oro, lleno de dignidad, sencillez y preciosa luz.

Si aceptamos, si damos nuestro consentimiento, cambiamos la manera de ver la realidad. Todas nuestras potencialidades están presentes, todos los dones han sido dados ya. Nuestra tarea será destapar y descubrir lo que ya llevamos en nosotros.

El camino no es lineal, hay altibajos, indecisiones unidas a certezas, momentos para todo.

Quiero vivir aportando una nueva mirada sobre el mundo, para ver lo que me quiere enseñar, porque sé que en todo hay un propósito. Quiero rodear de amor tantas situaciones de injusticia, desamparo, dolor. Solo así puedo unirme a la revolución que todo lo cambia porque genera unión y fraternidad. 

Necesito mirar todo con una nueva inocencia, sin juicios ni condenas. Sabiendo que todos, sin excepción, esperamos y buscamos lo mismo: sentirnos acogidos y amados. 

La humanidad sigue viva gracias a la buena energía de cada corazón humano, que recorre el mundo a través de los tiempos. A lomos de nuestra propia fragilidad sucede el milagro del amor.


domingo, 7 de septiembre de 2025

Construir mi vida

 


Las palabras me sirven para construir mi vida, para poner un suelo de amor bajo mis pies y abrir grandes ventanas de luz en mi edificio interior. 

Gracias a ellas soy capaz de cambiar mi historia, de inventar mi mundo y sacar brillo a mis días cuando lo cotidiano se empeña en ser de color gris. Yo tengo la llave de los tesoros que llevo escondidos en mí misma, tengo poderes especiales que se me entregaron al nacer, como a todos.

Quiero vivir, de verdad, no a medias, no a ciegas. Y necesito muy poco, porque todo viene en mi auxilio, la belleza se ha instalado delante de mis ojos, la bondad me rodea, el amor me dirige. Y lo que no es bueno ni bello, también ocupa su justo lugar, no pretendo entenderlo todo. Lo asumo todo.

En cualquier momento se acaba este viaje, esta materia, y todo habrá ocurrido por algo y para algo, tendrá un sentido. Por eso, quiero vivir consciente de este privilegio, y poner mi mirada en tantos regalos que vienen con la vida, sin olvidarme nunca de ser agradecida. 

Agradecer este instante y este espacio en el que la vida me ha colocado, este pequeñísimo mundo, esta minúscula pero suficiente luz para el camino. Y la alegría de caminar confiada, sabiendo que todo va a ir bien. Todo está como tiene que estar, incluso las cosas que no entiendo. Las explicaciones y las aclaraciones las dejaré para luego.

Abrazo en mí a todas las personas y todos los momentos.  Extiendo mi mano a los que caminan conmigo, en la cercanía y en la distancia, porque somos un único cuerpo caminando en este instante sagrado y eterno. 


Mensajeros elegidos

  Todos somos enviados y tenemos mensajes que entregar. De parte de todo lo creado hablamos, nos pasamos el testigo de lo que ha sido revela...