Somos preguntas abiertas al universo, buscamos respuestas, soluciones, aclaraciones, en todo lo que nos sucede. Anhelamos seguridades en cada momento.
Dicen que es suficiente quedarse en las preguntas, vivir en ellas sin esperar respuestas definitivas y cerradas, porque no las hay. Estamos en el nivel más básico de aprendizaje, a ras de tierra. Y somos afortunados porque desde ahí solo hay un camino que es el de aprender y subir.
Lo que tenemos que aprender es el amor, que está ligado a la confianza. Necesitamos hablarnos, expresar con nuestras propias palabras lo que sentimos, que es lo mismo que orar. Esto nos hace sentir bien, es como llenar un hueco interior que siempre nos pide alimento del bueno, no se conforma con medianías, quiere lo mejor de nosotros mismos. Llenar ese hueco supone siempre, y en diferentes dosis, sentir paz y alegría.
Si damos con esa puerta interior, volvemos a buscarla una y otra vez, mediante ese diálogo con nosotros mismos, que es un encuentro a la vez que un bálsamo.
Algo quiere hacerse consciente en nuestra misma consciencia para hacer notar su presencia. Tan solo tenemos que dejarnos llevar, la vida misma nos dirige, nos lleva “a fuentes tranquilas y repara nuestras fuerzas”. Es lo que nos hace sentir más plenos y nos aumenta la capacidad de agradecer.
Esa Vida, que la podemos poner con mayúsculas, pasa siempre sanando, ensanchando nuestro espacio interior y haciéndonos más humanos. Con lo cual mejora la percepción que tenemos de nosotros mismos y del mundo, y nos hace más afectuosos y más relajados.
La interrogación que somos pone bendición y luz en nosotros mismos, porque nos abre a nuevas posibilidades y nos lleva a mirar con asombro y gratitud la novedad de cada día en el pequeño lugar que ocupamos.
2 comentarios:
"Lo que tenemos que aprender es el amor, ligado a la confianza"
Es la gran base, el cimiento inamovible, gracias Conchi, menuda enseñanza.
"Necesitamos hablarnos expresarnos, lo que sentimos, que es lo mismo que orar......" sentir paz.... "
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