No puedo mirar la vida si no es con esperanza, viendo la armonía que todo lo impregna y las ayudas que nos llegan en todas las situaciones por las que pasamos. No sabría vivir de otra manera. Viendo lo que tenemos, no aquello de lo que carecemos. Saludando y alabando la vida. Nunca mal-diciendo de nada ni de nadie.
El universo es un tejido infinito de fuerzas imposible de asimilar por nuestro entendimiento tan limitado, ante el que sentimos asombro y admiración. Ahí es donde tenemos un pequeño espacio en el que cada día nos trabajamos, y aprendemos muy lentamente. Tampoco somos tan originales, porque todo está repetido hasta el infinito: nuestras preguntas, miedos, incertidumbres, enfados y pequeñas alegrías.
No nos tomemos tan en serio a nosotros mismos porque todo es pasajero y debemos cuidar esta vida que es preciosa cuando se ama y se es amado. Al final eso es lo único que permanece y no muere.
No nos sientan bien las tensiones ni las preocupaciones, nos quitan la salud, sin embargo a veces nos empeñamos en avivar el fuego de la discordia. Siempre tenemos que revisarnos para no inundarnos de quejas o amarguras.
Es fácil caer en las pequeñas trampas que nos tendemos a nosotros mismos. Somos víctimas del egocentrismo, el orgullo, la desconfianza. Son como callejones que no tienen salida, no llevan a ninguna parte. Es estar en vía muerta. Sin disfrutar ni dejar disfrutar.
Con un sencillo cambio de mirada podemos salir de esa situación y vivir de otra manera, es más fácil de lo que parece. Es sobre todo quererlo. Ahora es el momento.
2 comentarios:
Somos víctimas del egocentrismo,el orgullo y la desconfianza, que nos conducen a callejones oscuros y sin salida. Pero un simple cambio de mirada, ver a través del lente de la esperanza nos ayuda a vivir mejor y más profundo. Precioso Conchi, ese es el encuentro con Dios. Me encanta.
debemos cuidar esta vida que es preciosa cuando se ama y se es amado.
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