Esta vida-en-la-tierra es un paseo entre dos puntos, y cuando parece que se acaba, todo continúa, nada se pierde, es un paso de baile más en una danza infinita.
En el camino hay a menudo desesperación y prisa, ansiedad mezclada con gozo. Necesitamos aquietarnos y respirar, sencillamente. Los pajarillos tienen lo que necesitan, no va a ser menos con nosotros, eso es lo que dice el texto bíblico. Puede ser que no nos hayan enseñado esto, que sea una asignatura pendiente. En cambio hemos aprendido normas y reglas estrictas para caminar por el sitio exacto, de la manera adecuada.
Cuando nos miramos por dentro con sinceridad, siempre vemos un niño, una niña asustada, que no sabe cuál es el siguiente paso y qué es lo que le conviene hacer, que se ve anclada en un universo infinito y le provoca mucho susto tanto misterio que no es capaz de entender. No hablo en general, esa soy yo. Y yo no soy una excepción, lo que digo de mí es también de todos.
El sosiego nos viene cuando soltamos las riendas que siempre llevamos bien sujetas, cuando relajamos las manos, y vemos que ya hemos llegado al punto exacto del amor, que es casa segura.
El caminar de cada día es nuestra meta, para recorrerlo hemos venido. Este camino incluye las dudas y las inseguridades, así como las alegrías y satisfacciones. Todo está dentro y todo es necesario. Aún más, todo es correcto.
No es necesario que nos hagamos “los fuertes”, todos compartimos la misma inseguridad, idéntica pequeñez. Cuando reconocemos esto estamos usando un lenguaje común, que todos entienden, exceptuando los que se han parapetado tras una coraza de seguridad para poder vivir.
La luz de la fe o confianza que se nos ha regalado es lo único que necesitamos. Nos apacigua, nos acerca a esa paz interior imprescindible para sentir la belleza y el privilegio de estar aquí, de ser vida.
2 comentarios:
La vida es un paseo y la muerte un paso de baile en una danza infinita. Somos niños asustados, con las mismas dudas e inseguridades, pero la paz llega cuando soltamos las riendas y confiamos. Precioso Conchi
El caminar de cada día es nuestra meta, para recorrerlo hemos venido. Este camino incluye las dudas y las inseguridades, así como las alegrías y satisfacciones. Todo está dentro y todo es necesario. Aún más, todo es correcto.
Caminar, caminar,caminar
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