Todo es camino. Caminando, me siento compañera del gran misterio y me gusta descubrir sus huellas en todo lo que sucede. Ese misterio cuya única expresión es: Te amo.
Todo son caminos para soñar, para actuar, para sentir nuestra fragilidad y al mismo tiempo para expresar nuestra fuerza. Caminos únicos para cada uno de nosotros.
Nuestros pasos inciertos son dirigidos como los de un bebé que empieza su andadura. Son alentados, guiados, aplaudidos en ocasiones, rectificados en otras.
Caminar se convierte en peregrinar cuando hay una meta, un sentido hondo en cada paso. Somos peregrinos siempre en búsqueda.
Nos movemos en el mundo de lo que se ve, guiados por lo que no se ve. Si no damos cabida a esa parte invisible en nuestra vida, andamos cojos, ciegos, perdidos. El amor que nos une no se ve, sin embargo es nuestra esencia. Vivir es descubrir ese Te amo escondido en todo.
Me atraen los caminantes que van transformando el mundo con su presencia, que han venido para dejarnos un rastro de humanidad y autenticidad.
Me conmueve la grandeza de tantas personas ignoradas que sostienen la lucha por la vida y por sus familias con tanta sencillez y entrega.
Todos nuestros encuentros son por algo, para algo. No sabemos con quien nos cruzaremos, a quién nos presentará la vida. Sí podemos tener la certeza de que siempre seremos ayudados. Todos en el mundo tenemos la ayuda necesaria.
No vamos a la deriva sino que hacemos el camino a nosotros destinado desde una voluntad de amor. Esa es mi fe.
2 comentarios:
Gracias por tantos peregrinos haciendo caminos nuevos calladamente, somos nosotros mismos siendo guiados por ese mundo inmaterial que mueve al mundo material, ese espiritu que se manifiesta mediante el prójimo y la creación. Que bonito Conchi.
Gracias Conchi por caminar junto a nosotras compartiendo tanto i tan profundo. Tienes un interior muy lleno de amor recibido, de fe y belleza. Un abrazo.
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