domingo, 6 de noviembre de 2022

La alegría


 Vivir la vida es saborearla y sentir la alegría del regalo recibido.

No es una alegría opcional que depende de que las cosas vayan bien, sino necesaria porque sabemos que se nos ha dado contemplar y admirar la belleza de todo lo creado y que todo es para bien.

La vida es derroche de perfección y de grandeza. Necesitamos un cambio en nosotros y también en nuestras celebraciones religiosas, para que no sean secas y aburridas sino que expresen la alegría de un encuentro. Nos urge la fiesta. 

Los salmos continuamente nos hablan de ello. El salmo 41, entre muchos otros, habla de “ir hacia la casa de Dios entre gritos de alegría y gratitud, en el bullicio de la fiesta”. Eso lo hemos olvidado, como si en las cosas de Dios todo estuviera impregnado de seriedad y también de culpa. “Que todos los que te buscan se llenen de alegría.” “Me traes alegría al corazón y me llenas los ojos de luz.” 

También nos lo dice Jesús: “Os he dicho esto para que os alegréis conmigo y vuestra alegría sea completa.”

Caer en la cuenta de que la creación es una danza de la que todos formamos parte. Con nuestros latidos y nuestra respiración ya danzamos, tanto mejor si podemos añadir nuestra intención, para poder celebrarlo y danzar con consciencia y con ese gozo que da la fuerza irresistible de la ternura que recibimos y la acción liberadora que experimentamos.

Escuchemos la voz de nuestro interior habitado, seamos creativos y originales en nuestras propias decisiones. Para poder decir, junto con muchos otros, yo también me uno a la fiesta de la vida y quiero expresar mi alegría. 

“Cada día es la fiesta de la vida y esa fiesta despide el aroma del amor, la alegría y la quietud.” (Gisela Zuniga).

3 comentarios:

Mónica Inés Pretel dijo...

Perfectamente dicho Conchi "Que todos los que te buscan se llenen de alegría porque la alegria no depende de que las cosas vayan bien o mal. Cuanta verdad, es cierto que el curso de las cosas nos afecta pero la alegria es una actitud ante la vida, sostenida por la presencia de Dios, que los seres humanos organizados y en su afán de control se encargaron de "secar y llenar de tedio". Volvamos a celebrar a Dios y a la vida con ternura y alegria. Precioso como siempre.

Mariano Jorge Barresi dijo...

alegría de vivir

Fr. Simón dijo...

Vivir la vida es saborearla y sentir la alegría del regalo recibido.

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