domingo, 29 de septiembre de 2019

Apasionarse


Habla el P. Arrupe en un bellísimo párrafo de la importancia de encontrar y enamorarse de Dios. Porque eso es determinante en nuestra vida: “acaba por ir dejando su huella en todo”.

Aquello de lo que te enamoras o te apasionas, ocupa tu mente y tu corazón, tus horas libres, tu imaginación y tus sueños.

El que se apasiona por la jardinería, busca información, pregunta, se mueve para saber cómo tiene que cuidar su jardín. El que ama la música, se deleita escuchándola, interpretándola, dedica su tiempo libre a ello... El amor a Dios tiene la característica de englobar todos los otros “amores”, porque no se da al margen de nuestra vida.

La persona que está tocada por esta pasión experimenta sin remedio un cambio de perspectiva, una nueva mirada. Este cambio le lleva a independizarse del qué dirán, de la opinión de los demás, de la necesidad de tener razón o de los juicios negativos sobre sí mismo. Y también le lleva a no tener que defenderse ante nadie.

Muchos de los problemas suelen ser enredos psicológicos que se arrastran año tras año, y se pueden desactivar con mayor o menor esfuerzo. Otros, son egoísmos más o menos encubiertos, y rabietas de niño pequeño.

Leí que “la vida parece imposible sin un espejo”, estamos siempre mirándonos a nosotros mismos, porque el ego domina nuestras vidas. Eso es lo que nos llena de ansiedad.

Al enamorarnos de Dios, pasamos a confiar sin exigir nada, y como consecuencia de esa confianza nos llenamos de paz.

Esa paz nos es completamente necesaria para seguir caminando.

1 comentario:

Unknown dijo...

¡¡Soy yo 🕉!! Completamente de acuerdo con tigo en que la paz con Dio es necesarine A mi me es necesaria para poder ve las cosas del mundo de otra manera.😘🙏♥️

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