Serás guiada, (hoy en
femenino). Volverás a tu centro y a tu camino una y otra vez.
Serás acompañada,
todo el universo estará a tu servicio, todas las ayudas dispuestas para ti. Y
tú qué tendrás que hacer a cambio: nada. Tus esfuerzos no sirven, tampoco tus
méritos ni tus conquistas. El único requisito es existir, y eso lo tienes,
porque estás aquí.
A su debido tiempo,
recibes, se te da. Siempre estamos en el camino, siempre arropadas y en la
Presencia que anhelamos, o mejor, que es nuestro mismo anhelo.
Serás bendecida,
aunque pienses que a ti no se te da nada, que otros tienen más fe, más ilusión,
más de todo. Cuando abandones todas las comparaciones te quedarás con lo único
que tienes: tu ser y tu presente, que es tu tesoro auténtico porque es increíble
manifestación divina.
Todo se te da en este
presente sin tiempo, en este milagro de vivir. Todos los añadidos que
continuamente ponemos, nos tapan luz, y nos alejan de la confianza.
Serás amada porque
eres hija, fruto, del mismo Amor, que en todo se recrea y se complace, y como
estás hecha de amor, todo lo puedes.
Y si eres guiada,
acompañada, bendecida y amada, qué puedes temer. Suelta tus preocupaciones y
tus angustias. Suelta todo lo que crees poseer. Suelta tu misma vida. Como
acabo de leer: “Suelta lo que pesa, ama
lo que tienes y agradece lo que llega”.
Vive con esa
convicción: ya hay Alguien que te lleva por el mejor camino. Ahora. En cada
momento.
Eres guiada. Créetelo
y celebra cada amanecer.
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