Vivir la vida momento a momento y aprender el arte de saborear los pequeños
pasos. “La vida es algo que nos pasa mientras estamos ocupados en otras cosas”.
Estamos ocupados en tener éxito, quedar bien, prosperar, ser populares. Y
para ello dependemos de la aprobación de los demás. Eso es una gran barrera que
nos quita libertad y originalidad, y sobre todo nos hace sufrir
innecesariamente. Como dice A. de Mello “la aprobación es una droga que nos
administran de pequeños, y ya no podemos prescindir de ella.”
Para todo hay solución. Siempre el primer paso es darnos cuenta de lo que
nos sucede.
Esta dependencia de los demás limita nuestra expresión sincera y auténtica.
Cuántos bailan, cantan o expresan su
alegría en la intimidad, jamás en público. A otros les atrae escribir, pero
ocultan sus escritos por temor a qué dirán. Y así tantas expresiones auténticas
de uno mismo.
Al final, no vivimos plenamente sino que seguimos normas, pautas, lo que se
supone que es lo correcto.
Cuando aterrizamos en el momento presente y damos el pequeño-gran paso de
aceptarnos, de mimarnos y calmarnos, algo necesario estamos haciendo: estamos
abriendo las puertas del Reino amado, del Cielo interior, del que nos habla
Jesús. Ese sitio que es nuestro, ya y desde siempre, y es el lugar más creativo
del universo, un espacio de libertad.
Hay muchas cosas que nos apartan de esta sencillez de vida, pero para eso
estamos aquí, para trabajar en nosotros mismos y llegar a expresar nuestro ser
más auténtico.
1 comentario:
Llegar a expresar el ser más auténtico. Tener experiencias de plenitud. Ser lo que estamos llamados a ser: hijos de Dios. Gracias
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