Espiritualidad de ojos abiertos

He asistido este fin de semana a una conferencia del teólogo Andrés Torres Queiruga, sobre una “Espiritualidad o mística de ojos abiertos”.

Ha sido un paso más en mi aprendizaje, algunas frases me han impactado y me han dado luz para el camino. Aquí voy a intentar hacer un resumen de lo que escuché.

En primer lugar, cambia “Dios nos salva” por “Dios nos está creando por amor”. Para mí este cambio es decisivo, porque nunca entendí lo de la salvación, pero sí entiendo el mensaje del amor.

Todo lo que yo tengo es y está saliendo de Dios en cada momento, estamos apoyados totalmente en él para realizar la vida que nos ha dado.

En la medida que asimilamos este amor de Dios, somos creativos. Somos encargados de realizar la creación. El amor es estar con Dios, con los ojos abiertos. Por eso, con todo lo que hacemos, intentando hacerlo bien, estamos prolongando su acción creadora. Él está totalmente con cada uno de nosotros, nos capacita para ser nosotros mismos, por eso la realidad es continuamente milagrosa.

Si me levanto por las mañanas sintiéndome criatura de Dios, todo lo que hago es santo, a la vez que profano. Por tanto, tan santo es comer como rezar. Dios no ha creado la religión sino el mundo.

Vivir la vida, en la convicción de que estamos en manos de Dios, convocados para que apoyemos su creación.

Para finalizar, habló de la manera que tenemos de rezar: en la oración de petición, si no se nos concede lo que le pedimos entonces él es responsable de nuestra desgracia, y nosotros nos marchamos tan tranquilos.

Dios ya está haciendo todo lo que él puede, y está siempre contigo, de tu lado, contra el mal. Los demás pueden estar contra nosotros, la realidad, los acontecimientos, los virus, los microbios, los accidentes y las enfermedades, pero Dios está con nosotros, totalmente, pase lo que pase. Dios crea un mundo que tiene que gobernarse por sus leyes.

Lo específico del cristianismo es que solo podemos creer en Dios si nos preocupamos de los demás.

Lo que es bueno para nosotros es bueno para Dios. Eso es su voluntad.

Entre todos tenemos que ir por ese camino de realización personal y comunitaria, o lo que es lo mismo, de prolongación de su creación.